REDES SOCIALES

La fiscalía acusó a Pachelo de transformarse en "youtuber" para "condicionar testigos"

En una nueva audiencia, el fiscal expuso la preocupación por la conducta del principal acusado del crimen de María Marta García Belsunce, y la abogada defensora argumentó que su cliente hizo uso de su derecho de libertad de expresión. En respuesta a ambos argumentos, el presidente del TOC aseguró que “la única manera que tiene Pachelo de hablar es frente a este tribunal”.

La fiscalía sostuvo que Nicolás Pachelo, principal acusado del crimen de María Marta García Belsunce en el tercer juicio por el homicidio de la socióloga, ocurrido hace casi 20 años en el country Carmel de Pilar, busca "condicionar testigos y confundir a la sociedad" tras la apertura desde la cárcel de sus redes sociales y la publicación de un video donde expuso su visión del caso.

La audiencia 15ta. de este debate comenzó puntualmente a las 11 de este miércoles con el planteo de parte del fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, quien expuso la preocupación del Ministerio Público ante “la situación de manejo y desmanejo de Nicolás Pachelo dentro y fuera del juicio”.

El fiscal hizo referencia así a la apertura que realizó Pachelo (46) de un perfil en Instagram y un canal de YouTube en las cuales publicó el primero de una serie de videos en los cuales adelantó que contará su versión sobre los hechos que se le imputan.

“Nicolás Pachelo se transformó en un youtuber, en un influencer y dio versiones sobre los hechos, por fuera del juicio”, sostuvo Ferrari.

Para el fiscal, los dichos dentro de cada publicación y los efectuados en una entrevista anterior ante los periodistas que cubren cada jornada del debate, “Pachelo busca condicionar testigos y confundir a la sociedad”.

La abogada Raquel Pérez Iglesias, defensora de Pachelo, esgrimió que su cliente hizo uso de su derecho de libertad de expresión y que “no tuvo voluntad de condicionar a testigos”, sino que solamente expresó la contradicción del relato de dos personas (Debora Luaces y Raquel Fait), quienes ya declararon en audiencias pasadas.

“Quiero pedirles a todos que imaginen qué haría cada uno si lo estuvieran imputando por un homicidio que no cometió. Gritaría todos los días que soy inocente a los cuatro vientos y estar frente a una pena de prisión perpetua que acabe con mi vida”, se excusó la abogada sobre el accionar de su defendido.

En respuesta a ambos argumentos, el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, Federico Ecke, aseguró que “la única manera que tiene Pachelo de hablar es frente a este tribunal”.

Antes del ingreso del primer testigo, Pérez Iglesias solicitó la nulidad de la declaración testimonial del comisario Christian Blanco, especialista en comunicaciones, quien en la audiencia anterior presentó un informe en el cual aseguró que el 27 de octubre de 2002 el teléfono de Pachelo impactó a las 19 y 19.32 en una antena ubicada en la localidad bonaerense de Pilar.

“La ingresaron por la ventana”, aseguró la letrada al referirse a la prueba ofrecida por la fiscalía, la cual no fue presentada en la etapa de instrucción.

En su turno, Ferrari señaló que el testimonio de Blanco “fue muy importante” en el desarrollo del debate oral.

La jornada continuará con el testimonio de Matías Nocetti, un vecino del mismo piso del edificio de avenida Del Libertador y Basavilbaso del barrio porteño de Retiro, donde Pachelo se mudó tras el suicidio de su madre, Silvia Ryan.

También esta prevista la testimonial del médico que hizo la autopsia de García Belsunce, el forense Héctor Horacio Moreira, y por la tarde, de John Hurtig, hermano de la socióloga asesinada.

El crimen

María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido instaló desde el momento del hallazgo la hipótesis de que había sufrido un "accidente en la bañera" y se había golpeado con las canillas.

Sin embargo, una autopsia practicada recién a 36 días del hecho comprobó que la mujer había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y el viudo se convirtió en el principal sospechoso para el fiscal de la causa, Diego Molina Pico.

Los familiares quedaron bajo la lupa del encubrimiento por haber cometido una serie de acciones como haber tirado al inodoro la famosa "bala-pituto", pedir que la policía no concurra a la casa y gestionar un certificado de defunción "trucho".

El viudo y toda la familia sostienen la teoría de que en realidad María Marta fue asesinada por ladrones que ella descubrió robando dentro de su casa y que podrían estar relacionados con los vigiladores y el vecino Pachelo, a quien siempre señalaron como sospechoso.