Gatillo fácil en la Villa 20
La Justicia investiga el crimen de Gabriel González y la familia denuncia fusilamiento
Mientras la policía se hace la desentendida, los videos son contundentes sobre su culpabilidad en la asesinato.
Un policía se baja de su camioneta, apunta con la escopeta y ejecuta dos disparos: Gabriel González cae desplomado hacia atrás y muere. Mientras se esperan los resultados de la autopsia en la causa que ya investiga la Justicia penal, esa es la secuencia que se reconstruye de los videos que captaron el momento de la muerte del vecino de la Villa 20, un trabajador de la construcción de 45 años atacado por agentes de la Policía porteña en un operativo desplegado ante una presunta denuncia por ruidos molestos en pleno mediodía de Navidad. Luego de versiones difundidas sobre una supuesta herida de arma blanca, desde la Policía aseguran que el grupo que arribó al barrio no usó armas de fuego, mientras la familia no duda en denunciar que “fue un fusilamiento”.
Los efectivos de la División Unidad Táctica de Pacificación arribaron al cruce entre las calles Chilavert y Araujo, plena Villa 20 de Lugano, pasadas las 13 horas del jueves. El escenario era el que el barrio muestra cada 25 de diciembre: celebración en las calles, música y parrillas en las veredas, pero sobre todo muchos vecinos y vecinas yendo y viniendo. El dato no es menor porque explica el por qué de la cantidad de imágenes difundidas sobre el momento del hecho.
Los videos son inapelables
Hay al menos dos videos que para la querella representada por la abogada Romina Ávila son claves: uno muestra la secuencia completa desde la vereda de enfrente a los hechos y allí se observa, primero, a tres uniformados “pacificando” a golpe de tonfas a Gabriel, a su esposa Nelly y a otro hombre, que responden desarmados con golpes de puño y patadas; de pronto, atrás, llega otra camionera de la que descienden nuevos efectivos y uno de ellos levanta su escopeta, apunta, y se escuchan dos detonaciones.
El segundo video, más corto pero también más cercano y contundente, está grabado desde el interior de la vivienda hacia la calle y es el que registra con claridad al agente al que la querella le atribuye el disparo sobre González. Allí se ve la misma secuencia, pero con la particularidad de que la cámara capta de frente al policía en el momento en que apunta y dispara.
En la previa de la marcha que se realizó este viernes en el barrio (ver aparte), Oscar Villaverde, primo del hombre fallecido, no dudó en sostener en diálogo con Página/12 la caracterización que la familia hace del hecho: “Fue claramente un fusilamiento”, aseguró y detalló que “hubo una discusión que pasó a mayores, ahí es cuando aparece la camioneta con el efectivo policial que lo fusila a corta distancia”.
Aun no se sabe el nombre de quién disparó
Ávila, por su parte, indicó a este diario que “aún no tenemos identificado con nombre y apellido al policía, pero sí tenemos su imagen clara y se ve que es el que dispara al menos dos veces, uno de los disparos le da a la mujer y le lastima la pierna, el otro le da a Gabriel, que hace dos pasos para atrás, trastabilla y cae desplomado”. La abogada volvió a subrayar que “tenemos una foto de su cara muy clara y del momento en que lo apunta con la escopeta”.
Desde la querella agregaron que, además de los videos, son muchos los testimonios directos reunidos hasta ahora de gente que hasta intentó auxiliar a González tras el hecho. Es que la familia denuncia que los efectivos no permitieron a los vecinos y vecinas acercarse a realizar primeros auxilios: “No dejaron que lo atiendan mientras se desangraba, sólo lo pudo asistir un tío mío y una vecina hasta que llegó el SAME”, dijo Villaverde.
Al cierre de esta edición, fuentes policiales consultadas por este diario aseguraban que la unidad de “pacificación” que llegó al barrio “no utilizó armas de fuego sino material antidisturbio”, aunque sí se abrió un sumario interno “para determinar responsabilidades”. Durante la mañana del viernes había corrido la versión de que la herida del torax que causó la muerte de González había sido producida por un arma blanca, algo que rechazan del lado de la familia del hombre y su representación a la espera de la autopsia: “Tenemos una fotografía muy clara en la que se ve que Gabriel tiene un agujero en las costillas del lado derecho”, aseguró Ávila, que remarcó que “es un agujero, no es un corte”.
La causa la lleva adelante el Juzgado Nacional N°20 en lo Criminal y Correccional, a cargo del juez Hugo Decaría, que ya apartó a la Policía Porteña de la investigación, derivada en la Policía Federal. Según pudo saber este diario, los investigadores ya cuentan con los celulares, cámaras y los elementos utilizados por los agentes durante el operativo, además de las imágenes de particulares y la recolección de testimonios que ya comenzó.
La autopsia
El juzgado ordenó la realización de la autopsia para determinar la causa de muerte, lo que será clave para esclarecer los hechos y avanzar en la investigación sobre las responsabilidades policiales. La Justicia deberá determinar luego qué tipo de armas usaron los agentes y cómo las usaron en función de los protocolos de actuación, además de identificar a los efectivos intervinientes.
“Cuando lleguen los resultados de la autopsia, y el fiscal vea todos los videos y la información que hay, vamos a pedir imputar al personal policial”, anticipó Ávila, que agregó que “hay un montón de videos, de pruebas fílmicas y fotos, y se está trabajando lo más rápido posible con los testigos porque fue en pleno mediodía y toda la gente estaba en las veredas celebrando”. “Hay muchos testigos que tienen miedo de hablar, pero hay gente que es testigo de primera porque hasta lo intentaron auxiliar”, añadió.
Según pudo reconstruir Página/12, los efectivos arribaron al lugar por una presunta denuncia por ruidos molestos en el barrio. Aunque en un principio los agentes sólo pidieron bajar el volumen e informaron que se quedarían allí para controlar la escena, finalmente la situación escaló cuando González llegó al lugar y no le permitieron ingresar a su hogar, lo que habría provocado la primera pelea que derivó en la secuencia de ataques policiales captada por las cámaras. Tras caer desvanecido, el hombre finalmente fue trasladado al Hospital Piñeiro, donde se confirmó su fallecimiento.
Su esposa fue trasladada al Hospital Grierson en calidad de detenida: “Le retiraron el celular y estuvo incomunicada toda la noche”, advirtió Villaverde, quien agregó que “otro chico del barrio también fue detenido y golpeado por la policía”. Las fuentes policiales informaron que para la tarde del viernes todos los detenidos habían sido liberados.