Justicia lenta

La pesadilla de una docente platense: pese a las denuncias, su ex sigue amenazándola

La víctima vive con perimetrales, pero él la acosa, la amenaza, la persigue y hasta prendió fuego el auto de una amiga

Susana es una docente de Villa Elisa que se separó de su marido hace dos años por los recurrentes golpes que recibía de su parte y, desde entonces, vive una verdadera pesadilla ante los constantes ataques y amenazas que el hombre sigue teniendo para su persona.

Pese a las correspondientes denuncias, la Justicia platense no avanza y ella, en diálogo con este medio, relató que vive con temor, ya que ni siquiera llamaron una vez a declarar al implicado.

“Hace dos años me separé de Carlos González y desde ese entonces recibo amenazas, siempre estuve con perimetrales vigentes”, le contó a la RED 92, y añadió que “este señor no se cansa de acosarme telefónicamente, pasando por mi casa, infundiendo temor, llamando a mis hijas en tonos amenazantes y queriendo manejar situaciones estando separados”.

Uno de los episodios de extrema violencia se dio cuando el hombre prendió fuego el vehículo de una amiga de Susana. “El auto estaba en la puerta de mi casa y él le mandó un mensaje a mi hija mayor diciéndole que nos fuéramos o lo incendiaba, y terminó haciéndolo”, recordó.

“Yo decidí separarme porque siempre hubo violencia de su parte, pero él nunca lo aceptó. Ejerció mucha violencia psicológica y viví un acoso continuo para ver qué es lo que hacía, de dónde venía… Ha perseguido remises”, aseveró y rememoró que “en julio se presentó en mi casa, lo atendió mi hija y lo echó, pero antes lo grabó cuando me amenazaba de muerte”.

Desesperada, refirió que “necesito respuesta de la Justicia porque queda solo en el plano de instrucción. Hicimos denuncias, hay testigos, hay fotos… hasta la botella con la que prendió fuego el auto se encontró y se peritó. Y las 12 causas que hay se archivan por falta de pruebas dicen, pero no sé qué más necesitan”.

La docente, que vive con sus tres hijas y su hijo y tiene como abogados a Alexis Bulus y Silvina Varalli, aceptó que siente “temor” y que “continuamente tengo que andar mirando a ver si anda rondando. No tengo paz desde hace dos años y la Justicia no lo llamó a declarar”.