MERLO
Murió la jubilada de 78 años que fue golpeada con un martillo en la cabeza durante un robo en su casa
El brutal asalto ocurrió el miércoles 24 de junio. La mujer sobrevivió algunos días conectada a un respirador, y esta mañana murió.
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Murió Lucinda Palavecino, la jubilada de 78 años que fue golpeada con un martillo en la cabeza durante un robo en su casa de Merlo. La mujer sufrió un ACV y dos paros cardíacos por los golpes. El asesino está nuevamente detenido.
El brutal asalto ocurrió el miércoles 24 de junio cuando la víctima estaba esperando que su hijo volviera de comprar la cena en el momento en que el delincuente la sorprendió en su vivienda de la calle Malvinas al 500. Jubilada y tatarabuela, usó todas sus fuerzas para intentar defenderse, pero el ladrón no tuvo piedad y la golpeó con lo que encontró a mano.
El violento episodio fue advertido por un hombre que volvía de trabajar e increpó al ladrón a los gritos desde la calle. De poco sirvió entonces el intento del sujeto que, asomándose por la ventana, pretendió hacerse pasar por sobrino de la víctima. El vecino no le creyó y cuando otras personas empezaron a salir en su ayuda decidió escapar por el fondo de la casa.
El delincuente alcanzó a correr dos cuadras antes de que lo atraparan entre varios. Minutos después llegó la policía y se lo llevó detenido. Fue identificado como Diego Hernán Herrera.
La mujer sobrevivió algunos días conectada a un respirador, y esta mañana murió.
Los antecedentes del detenido
- El 13 de diciembre de 2019, Diego Hernán Herrera forzó la puerta de una casa de Villa Tesei y golpeó en la cara y el cuerpo a la dueña de la propiedad. Escapó con las pertenencias de la mujer.
- Una semana después, también golpeó y maniató a una mujer que estaba en su casa de Villa Tesei. La amenazó con un cuchillo y fugó.
- El 27 de diciembre de 2019, se acercó a una casa de Hurlingham y tras pedirle a una mujer un bidón con agua, la empujó hacia el interior de la vivienda. La golpeó, robó todo lo que encontró y huyó.
- El 1° de febrero de este año, saltó la reja de una casa de Hurlingham y rompió a patadas la puerta de entrada. Ante los gritos de la víctima pidiendo auxilio, se dio a la fuga sin robar nada.