A metros del Pasaje Dardo Rocha

Otro asalto a mano armada en un comercio céntrico

Actuó un delincuente quien, después del robo, se lavó las manos con alcohol en gel y se dio a la fuga

Un solitario delincuente perpetró du­rante la tarde de ayer un robo a un comercio céntrico platense y escapó con elementos de valor después de encañonar a las dos mujeres que allí estaban. Hasta el cierre de esta edición, permanecía prófugo y no había pistas para dar con él, informaron fuentes policiales.

El hecho se registró a plena luz del día en la dietética Salu Diet emplazada en calle 6 y diagonal 80, hasta donde llegó alrededor de las 17.30. Canoso y con barbijo, el hampón, de unos 50 años, simuló ser un cliente pero poco le duró la treta, ya que pronto sacó un arma de fuego y apuntó a los presentes. “Quizás aprovechó que justo en ese momento no había nadie más allá de las dos víctimas y, antes de que entrara alguien, perpetró el ilícito”, contó un vocero.

Bajo constantes amenazas de muerte, les pidió a las dos jóvenes empleadas la entrega tanto del dinero de la caja como de la suya propia, además de otras pertenencias y los celulares. Las damnificadas, lejos de resistirse, obedecieron la orden y le dieron todo lo que tenían.

Una vez con el botín asegurado, el malviviente obligó a las mujeres a tirarse al piso, guardó el arma para no llamar la atención entre los transeúntes y emprendió la huida. Sin embargo, antes de ganar la calle tuvo el reparo de frotarse las manos con el alcohol en gel que había a disposición de los compradores.

Tras su escape, las víctimas se comunicaron con el 911, pero los agentes “de la comisaría Primera”, con jurisdicción en la zona, “ni siquiera aparecieron”. Ante la llamativa ausencia de los uniformados, fueron hasta la guardia de la plaza San Martín, emplazada a escasos metros, y solicitaron ayuda allí. Sin embargo, ya nada podía hacerse porque el caco ya estaba lejos, tras haber tomado rumbo desconocido.

Indignadas, aseveraron que no se trató del primer ilícito de estas características que sufren, pese a estar ubicados en pleno centro de la ciudad, donde circulan personas de manera constante.
“Llama la atención la facilidad con que andan armados por la calle, sin que nadie los controle. Este hombre circulaba con una pistola entre sus ropas y se ve que nadie lo para, nadie sospecha nada. Así se hace muy difícil seguir”, comentaron los frentistas de la cuadra a este multimedio.

Ahora, los investigadores analizarán las cámaras de seguridad para ver si encuentran datos en alguna de ellas.