AREQUITO

Pruebas de ADN confirmaron que un albañil violó y embarazó cuatro veces a su hija

Natalí tenía 9 años cuando su papá abusó de ella por primera vez. Los abusos duraron 23 años bajo amenazas de muerte.

A principios de enero, la Justicia de Santa Fe dictó la prisión preventiva efectiva para Hugo Víctor Aguirre, el albañil de 57 años imputado por haber abusado sexualmente de su hija durante más de dos décadas bajo amenazas de muerte. Casi once meses después, los estudios de ADN confirmaron la sospecha más aberrante: los cuatro hijos que tuvo la víctima fueron fruto de esas violaciones. Aguirre es el padre de su propios nietos.

El fiscal de Casilda Juan Pablo Baños recibió los resultados de las pruebas realizadas en el Instituto Médico Legal de Rosario y confirmó la paternidad de Aguirre “en un 99,9 por ciento”. Ahora, solo falta conocer las conclusiones de otro estudio genético para comprobar la última violación que sufrió la víctima supuestamente en manos de su padre.

Natalí tenía 9 años cuando su papá abusó de ella por primera vez. Tuvo cuatro hijos en menos de 10 años y recién pudo romper con el sometimiento y la humillación de la cual era víctima después de 23 años. Fue un domingo que Aguirre entró a la ducha mientras ella se estaba bañando y la violó de nuevo, pero fue la última.

La joven, entonces de 32 años, hizo público su calvario en los medios y también declaró con precisión cada uno de los abusos que sufrió ante la Justicia. También se refirió a la primera vez que descubrió que estaba embarazada. Tenía 13 y una mañana se despertó con mareos y vómitos. Su mamá la llevó a un hospital de la zona y el diagnóstico de los médicos las sorprendió a ambas.

De ese primer embarazo nació una nena, que ahora tiene 19 años. Dos años después llegó el varón. En total fueron cuatro y con cada uno su papá la obligaba a mentir y culpar a un trabajador de la zona. Aguirre no reconoció nunca a ninguno. “Si te llenás de hijos, ningún pibe te va a querer”, le decía con cinismo Aguirre a su hija.

Las hermanas de Natalí tampoco la ayudaron. Una vez que se hizo pública la denuncia y la Justicia empezó a investigar, se podía escuchar a las jóvenes afirmar ante las cámaras que ella era una mentirosa y que había accedido a que su propio padre la viole de “común acuerdo”. “Cuando se hagan los ADN vamos a ver”, desafiaban a las puertas de los tribunales de Casilda.

Finalmente, se hicieron los estudios y los resultados fueron contundentes. Aguirre está imputado por los delitos de abuso con acceso carnal agravado por ascendencia, promoción de la corrupción de menores, amenazas y tenencia ilegal de arma de uso civil. De ser condenado, el albañil podría enfrentar una pena de 35 años de cárcel.

“Yo no viví la vida que quería vivir”, remarcó la victima, que desde que se inició el proceso recibe contención psicológica. También sus hijos están bajo tratamiento.