TRIPLE FEMICIDIO

Qué dijo una testigo sobre “El loco David”, uno de los prófugos por el triple crimen en Florencio Varela

Una mujer relató ante el fiscal cómo se enteró de que su esposo había sido cómplice del asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. Cómo sigue la investigación.

Una testigo clave brindó un testimonio detallado ante la fiscalía que refuerza la hipótesis sobre la participación de “El loco David”, señalado como el supuesto sicario contratado por “Pequeño J” para ejecutar el triple crimen de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), ocurrido en la localidad bonaerense de Florencio Varela.

Quien declaró es la esposa de Víctor Sotacuro, detenido como presunto cómplice de los asesinatos. En su relato, ella aportó nuevos elementos que podrían explicar cómo se coordinó el traslado de las tres jóvenes desde La Tablada hasta el lugar donde fueron asesinadas.

La testigo se presentó el lunes en la UFIyJ de San Justo con temática de homicidios dolosos y contó que la noche del 19 de septiembre, el día en el que las víctimas fueron vistas con vida por última vez, su marido salió de la casa alrededor de las ocho y media de la noche para realizar “un viaje de remis”.

De acuerdo a su declaración, a la que accedió TN, le dijo que debía llevar a “un tal ‘Loco’” en el Renault 19 que usaba para trabajar. Sin embargo, antes de salir, le comentó que el auto tenía fallas y que, por ese motivo, decidió cambiarlo por otro que guardaba en una cochera de Villa Soldati. Ese vehículo, según la investigación, habría sido utilizado como apoyo de la camioneta blanca que trasladó a las víctimas.

“Me dijo que lo habían llamado para hacer un remís. Le mandaron un mensaje y me dijo: ‘Coman, que ahora vengo’”, relató la testigo. Horas después, cerca de la medianoche, recibió un mensaje de su esposo informándole que estaba “esperando al ‘Loco’” y que incluso le envió una foto de una calle para “demostrar que estaba trabajando”.

Ella aseguró que el hombre regresó a la casa cerca de las cinco de la mañana. Comió algo y le contó que “el Loco” lo había hecho llevar “a dos chicos por el centro, por el Obelisco”, y que luego volvió a la casa de un tal Ramiro, un hombre que vive con el sospechoso, para llevarle una bolsa con ropa limpia.

“Me dijo que Ramiro lo estaba esperando para darle una muda porque la que tenía estaba sucia”, recordó. Esa madrugada, siempre de acuerdo con su testimonio, “El loco David” habría estado acompañado por otros jóvenes con los que discutía cuando subieron al vehículo.

“Se enteró por la televisión”

La mujer contó que algo había sospechado sobre su marido en la participación del crimen por un episodio que tuvieron en la puerta de su casa. “El miércoles (día del hallazgo) estábamos subiendo la escalera y dos personas encapuchadas nos esperaron en el palier. Le sacaron el celular y le dijeron que se vaya porque lo iban a matar”, relató.

Sin embargo, contó que se enteraron de todo cuando estaban mirando la televisión: “Vio la noticia en TN y me dijo: ‘Lo llevé al David por ahí. Este hijo de p... me mandó para esto, es el que hizo la cag... Estuve ahí con mi coche, me voy’”. Después de esas palabras, ella le dio su celular, él se fue de la casa y no volvió.

La testigo aseguró que su marido cobró 65.000 pesos por ese viaje, pero Sotacuro reveló en su declaración que recibió 600 mil pesos. “No pregunté por qué”, aseguró el hombre ante el fiscal luego de ser detenido en Bolivia cuando intentaba escapar.

Al día siguiente, cuando ya circulaba la noticia del arresto de su esposo en los medios, comenzó a recibir amenazas por redes sociales. “Decían que él iba a pagar lo que había hecho”, declaró la testigo, y agregó que se refugió junto a sus hijos en otro domicilio por miedo.

Durante la audiencia, la mujer describió físicamente a “El loco David”, a quien también identificó como “el Tarta”, por su forma de hablar, y señaló el lugar donde vivía, en un pasillo interno de una villa del Bajo Flores. Dijo que lo había visto en varias ocasiones y que solía trabajar como albañil.

También mencionó que el auto utilizado presuntamente en el secuestro es habitualmente manejado por su sobrina, Florencia Ibáñez, y su novio, un tal “Ale”. “Ellos se hacían cargo del alquiler de la cochera”, señaló, y aseguró que ese hombre “es de su total confianza”.

Su declaración coincide con otras evidencias recolectadas por los investigadores, que apuntan a que Sotacuro habría actuado como apoyo logístico en el traslado de las tres jóvenes asesinadas y que el supuesto sicario, “El loco David”, fue quien las llevó hasta el lugar donde las mataron por encargo de “Pequeño J”.

El testimonio, recibido el 6 de octubre por la ayudante fiscal de San Justo, se suma al cúmulo de pruebas que intentan reconstruir el recorrido de las víctimas y la mecánica del crimen.

Por el momento, Sotacuro y su sobrina permanecen detenidos y la sospecha de la Justicia es que ambos solían trabajar como remis y que trasladaban con frecuencia a distintas jóvenes a fiestas sexuales privadas, más conocidas en el ambiente como “ubis”.

Del Castillo, Verdi y Gutiérrez fueron llevadas engañadas a uno de esos encuentros, donde circulaba “tusi” en abundancia, la famosa la droga rosa, y que el crimen fue parte de una venganza por parte de “Pequeño J”. Ahora, los investigadores están detrás de los pasos de “El loco David”, quien permanece prófugo al cierre de esta nota.