INSEGURIDAD

Ráfaga de disparos en un brutal asalto a un comercio platense

Tres hombres y una mujer, armados con pistolas y facas, arremetieron contra un local de Villa Elvira. Pese a la gravedad del caso, permanecen prófugos.

Con la Policía ausente (y, para los vecinos, cómplices del accionar delictivo), los ladrones siguen haciendo de las suyas en las calles de nuestra ciudad, y en las últimas horas se registró un violento suceso en un comercio de Villa Elvira, donde cuatro salvajes, fuertemente armados, abrieron fuego ante la resistencia de las víctimas.

De acuerdo a los voceros consultados por este multimedio, el nuevo episodio de inseguridad se registró la noche del martes, alrededor de las 22:20, en un almacén emplazado en la zona de 4 y 96.

Hasta allí llegaron tres hombres y una mujer, a bordo de dos ciclomotores: uno rojo y otra amarilla, marca Roser, y que ya fueron vistas varias veces por la zona, sin que los numerarios de la comisaría Octava ni del destacamento Aeropuerto, como así tampoco los miembros del Comando de Patrullas La Plata, hagan nada para localizarlos.

En primer lugar, los cacos estudiaron el panorama y siguieron de largo, sin frenar, pero viendo los movimientos. Hicieron un par de vueltas por el barrio hasta que decidieron atacar. Sin embargo, el comerciante, que había visto la actitud sospechosa de los implicados, cerró la puerta y los enfrentó cuando lo divisó ya con intenciones de entrar.

Vecinos indignados

Desesperados y fuera de sí, los malhechores dispararon a mansalva, con clara intención de causar daño. Ninguno de los varios proyectiles, por fortuna, impactó en los damnificados. Estos contaron que tres de los involucrados tenían pistolas y otros también iban con facas, “dispuestos a todo”, aseguraron.

Añadieron que todo duró unos 20 segundos, que les parecieron “eternos”, mientras que el hombre que resistió con más energía dijo que “solo vi el arma, porque si me apuntan, me pegan”. Indignado, resolvió achicar el horario laboral, por lo que comenzará a cerrar más temprano. Además, pondrá rejas en el local.

Finalmente, los delincuentes huyeron sin llegar a llevarse nada, más que la tranquilidad de los perjudicados. Pese a que el hecho quedó registrado en al menos una cámara de seguridad, hasta el cierre de esta edición no habían sido localizados. Voceros policiales indicaron, para defenderse, que “es difícil saber quiénes fueron porque estaban encapuchados”.

Sin embargo, los propios frentistas del área saben quiénes son o, al menos, ya vieron varias veces las motos en las que circulan. “El problema pasa en que no quieren agarrarlos. Será que trabajarán en conjunto. Lo que puede asegurar es que la seguridad brilla por su ausencia. No se ve un patrullero y estamos vivos solo de milagro o por falta de puntería”, se lamentó un vecino.