Robo a Marcos Rojo: sigue la investigación para intentar esclarecer el caso

Continúa la investigación por el millonario robo que sufrió el futbolista de Boca Juniors, Marcos Rojo. Hasta el momento, a pesar de que la principal sospechosa es la mucama que trabajaba en la finca, no hay detenidos. En ese marco, intentan dilucidar si actuaron más personas y si la mujer participó en complicidad con otros delincuentes.

El dato más relevante que manejan los detectives es que, si bien los ladrones rompieron un vidrio de la casa para disimular, ingresaron utilizando el código de la alarma. Por tal motivo, la principal hipótesis es que se trata de alguien del entorno del exjugador de Estudiantes, que conocía el lugar preciso en el cual estaba escondido el dinero.

Tal como informó diario Hoy de manera exclusiva, la suma en dólares con la cual huyeron los malvivientes ascendería a los 21 millones de pesos en moneda local. Además, el botín estaba compuesto de 10 relojes de alta gama marca Rólex por un valor aproximado de 70.000 dólares cada uno, joyas, una mochila y hasta algunas medallas que Rojo obtuvo a lo largo de su carrera.

En el momento del robo, el futbolista se encontraba en el estadio del Pincha observando a sus compañeros que disputaban un encuentro contra su par de Chile Colo Colo. En ese marco, los maleantes aprovecharon la ausencia de los dueños de la propiedad del country Miralagos, ubicado a la vera de la ruta 2 y sobre la calle 90, a la altura del kilómetro 67, en la localidad de Lisandro Olmos para perpetrar el ataque.

Otro de los datos que forma parte de la investigación es que los delincuentes no revolvieron nada, sino que fueron a buscar el dinero a un lugar puntual, por lo que esa información incrementa las sospechas de que se trató de una persona que conocía con exactitud el lugar en el cual estaban los elementos sustraídos.

Por el momento, la única detenida es la mucama, aunque no está confirmado con certeza que haya participado en el hecho, por lo que la pesquisa continúa en el marco de una causa que fue caratulada como “robo” y en la cual tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción N°8 del Departamento Judicial de La Plata.