Inseguridad

Saquearon una casa ubicada a metros del parque San Martín

Delincuentes aprovecharon que los dueños estaban en una celebración para quitarles todos sus bienes. En Romero, ladrones de cables dispararon contra un vecino al ser descubiertos.

En las últimas horas, vecinos de la zona de parque San Martín se convirtieron en blanco de la delincuencia, cuando sujetos desconocidos ingresaron a su casa y la saquearon, de acuerdo a lo aportado ayer por fuentes policiales. Hasta el cierre de esta edición, nada se sabía de los implicados.

Por lo que Trama Urbana pudo averiguar, todo tuvo lugar en una vivienda emplazada en las calles 57 entre 26 y 27. Los moradores se ausentaron algunas horas ya que participaron de un cumpleaños. Dejaron momentáneamente su hogar a las 18 y regresaron cerca de la 1 de la madrugada, solo para enterarse de que habían sido asaltados.

Una de las víctimas narró que los hampones “forzaron la reja de entrada, abrieron luego los postigos y cortaron la reja de la ventana, hasta arrancarla por completo”. Una vez en el interior; recorrieron cada habitación, apoderándose de un sinfín de elementos de valor.

“Se llevaron una computadora, monitores, un televisor, cámaras, auriculares, parlantes, guitarra y equipos”, añadió el damnificado. A su vez, los cacos se apoderaron también del dinero en efectivo que hallaron, cuya cifra no trascendió.

Los perjudicados radicaron la correspondiente denuncia en la Comisaría Quinta, con jurisdicción en la zona; y ahora sus numerarios analizan las cámaras de seguridad para intentar dar con los involucrados. Sin embargo, no hay pista alguna todavía para poder localizarlos.

Tensión en 163 y 522

En tanto, sujetos desconocidos causaron verdaderos momentos de terror ayer a la madrugada en Melchor Romero, cuando robaron cables y fueron descubiertos por un vecino. Lejos de deponer su actitud, los delincuentes abrieron fuego y pudieron haber causado una verdadera tragedia.

El hecho tuvo lugar en 163 y 522, alrededor de las 4 de la madrugada. Mientras se estaban apoderado de lo ajeno, un frentista escuchó ruidos y se asomó a los gritos. Entonces, los malvivientes sacaron a relucir las armas que llevaban y respondieron a los tiros, que pegaron en un portón y en un auto que estaba estacionado.

Tras la balacera, que solo por milagro no arrojó heridos, se dieron a la fuga con rumbo incierto y todavía la Policía no sabe nada de ellos.