Un ciclista fue apuñalado en el abdomen durante un brutal asalto cerca de Parque Saavedra

En otro brutal robo en las calles de nuestra ciudad, un ciclista fue apuñalado en el abdomen de manera atroz por los dos delincuentes que lo sorprendieron en las últimas horas mientras circulaba por la zona céntrica. Estos terminaron escapando con el dinero que poseía y con otros elementos de valor. Pese a la gravedad del hecho, las autoridades policiales no lograron dar hasta el momento con los autores y crece el malestar a nivel general por los hechos de inseguridad, que no discriminan barrios ni horarios.

En esta oportunidad, la víctima, identificada como Maciel Alves, fue abordada alrededor de las 21.30 del domingo por dos hampones a bordo de una bici, a la altura de 67 entre 17 y 18, a pocas cuadras del Parque Saavedra. Lo interceptaron, le impidieron que continuara avanzando y, esgrimiendo armas blancas, le pidieron sus pertenencias. Si bien el damnificado no se resistió y les dio aquello que llevaba, uno de los cacos no dudó en utilizar su cuchillo tipo tramontina y clavárselo en el tórax.

“Le quitaron todo lo que tenía: dinero en efectivo, una billetera y el celular”, admitió una fuente consultada por este medio, aunque indicó que el rodado no se lo llevaron. “Escaparon con la bici en la que llegaron”, contó.

Sin rastros de los culpables

Mientras los malvivientes se perdían de vista, el empleado, de 22 años y domiciliado a unas diez cuadras del ataque, cayó el piso y poco después agentes de la comisaría Quinta se hicieron presentes, asistiéndolo. Fue trasladado en una ambulancia hasta el hospital San Martín, donde fue atendido por los profesionales de la guardia, que constataron la lesión y actuaron en consecuencia.

“Por suerte, la herida, aunque importante, no puso en riesgo su vida y, por el momento, se mantiene estable”, aseveró un portavoz.

En tanto, los uniformados de la seccional interviniente se encuentran abocados en dar con los responsables, a quienes buscan a partir de cámaras de seguridad. A su vez, la causa recayó en la UFI número 11 de Álvaro Garganta, quien la caratuló como “robo y lesiones”.