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Un conductor alcoholizado incrustró su auto en un kiosco y el comerciante se salvó de milagro

El automovilista fue sometido a una prueba de alcoholemia, donde se comprobó que tenía 2,0 de alcohol en sangre y terminó detenido.

En el barrio de Almagro, de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, un auto se incrustó en un kiosco y el comerciante salvó su vida de milagro. El conductor del vehículo perdió el control y terminó en el interior del kiosco, donde se encontraba el empleado, que fue aplastado por todos los muebles empujados por el auto. 

Con el correr de los minutos, el comerciante fue rescatado y el conductor fue sometido a una prueba de alcoholemia, donde se comprobó que tenía 2,0 de alcohol en sangre y terminó detenido.

Según se ve en las imágenes de las cámaras de seguridad del local, el comerciante no tuvo ni tiempo para reaccionar cuando se encontraba sentado frente al mostrador en horas de la madrugada.