CÓRDOBA

Un grupo de rugbiers atacó brutalmente a un joven en una fiesta

El violento episodio ocurrió en un country de Córdoba. Los agresores habían querido entrar sin autorización y cuando les pidieron que se fueran reaccionaron a las piñas.

Una fiesta privada de egresados del colegio Mark Twain en un country de la provincia de Córdoba terminó este fin de semana siendo escenario de un salvaje ataque en grupo. La víctima tuvo que ser hospitalizada con varias fracturas y heridas en la cara.

“Después de la fiesta que tuvimos en el colegio quisimos seguir en una casa. Un grupo de personas entró autorizada por otra familia que no tenía nada que ver con nosotros”, contó Lautaro, el joven atacado por un grupo al menos cuatro rugbiers. “Les pedimos que se vayan y me empezaron a golpear en toda la cara y en el piso también”, añadió.

De acuerdo a su testimonio, eran cuatro los deportistas que ingresaron al predio a bordo de un Mini Cooper pero fueron dos de ellos, en particular, los que se ensañaron con él. “Cuando me di vuelta uno me pegó una trompada y me rompió el tabique. No podía respirar y quedé a ciegas”, recordó Lautaro, que en ese momento se cayó al piso y aún así otro de los rugbiers le siguió dando patadas.

La comparación con el crimen de Fernando Báez Sosa hace poco más de un año en Villa Gesell es inevitable. En este caso, el destino quiso que los amigos de Lautaro alcanzaran a trasladarlo a tiempo al Sanatorio Allende y por eso el joven pudo esquivar aquel trágico desenlace. El detalle aún más indignante, tras la agresión, es que los presuntos atacantes siguieron de gira esa noche, pasaron por otra fiesta y horas después fueron vistos “comiendo choripanes en la (avenida Rafael) Núñez”.

Por su parte, el abogado de la víctima, Carlos Nayi, dio más detalles a los medios locales de la denuncia que realizaron contra los cuatro rugbiers, que incluye un pedido de detención. “Estamos hablando de superioridad numérica y física. Los golpes fueron a la cabeza: un golpe es suficiente para matar, esto excede lo que puede ser lesiones graves, por eso se ha pedido la detención de los cuatro, que siguieron haciendo una vida normal”, sostuvo.

El padre de uno los jóvenes a los que Lautaro acusó de golpearlo, el ex Puma Facundo Soler, dijo que su hijo ingresó a la casa a buscar a sus amigos para irse porque la fiesta era privada.

“Mi hijo entra y lo increpa este chico Lautaro Insúa. Estaba, obviamente, con efectos del alcohol. Y lo empieza a empujar”, señaló Soler en una entrevista con Arriba Córdoba. y agregó: “Este chico Insúa le pega trompada (al hijo de Soler), lo tira al suelo, como que lo taclea y lo tira contra un alambrado. En esa situación, mi hijo se levanta y pega dos o tres trompadas y se separa y se acabó todo”.

Soler negó que su hijo estuviera alcoholizado y que no sufrió lesiones de parte de Insúa. “No estaba borracho. No toma alcohol. Es extremadamente sano”, agregó.

El dirigente del club, Sebastián Barros, dijo que los jóvenes involucrados en el ataque del domingo a la madrugada fueron identificados y apartados del club.

“Hemos abierto un proceso administrativo con la comisión de disciplina del club. Parece ser que ha sido un chico contra otro, no un acto de patoterismo ni de rivalidad de clubes”, aclaró el vicepresidente.