SAAVEDRA

Un nene se fracturó el cráneo al caer al sótano de una cafetería

El hecho ocurrió en un local gastronómico en Saavedra. El menor está internado en terapia intensiva.

Lo que comenzó como una salida familiar para disfrutar del fin de semana largo terminó en tragedia cuando un nene de cinco años sufrió una fractura de cráneo al caer al sótano de una cafetería en Saavedra. El menor se encuentra internado en terapia intensiva.

El hecho ocurrió el domingo por la tarde cuando Máximo y su papá, Mariano, ingresaron al local para comprar donas. En un momento dado, el menor cayó dentro de la fosa que estaba abierta sin ningún tipo de señalización que lo advirtiera. De inmediato el hombre lo llevó al hospital, donde permanece hasta ahora.

El papá del nene fue quien hizo la denuncia pública en su cuenta de Facebook, donde acompañó la publicación con una imagen de su hijo momentos antes de entrar al local ubicado al frente del Parque Saavedra y luego, otra foto de Máximo intubado.

“Así estaba mi hijo hoy a la tarde y ahora esta así”, escribió. En ese sentido agregó: “El local Whoopies, ubicado en Roque Pérez y García del Río, tenía el sótano abierto y mi hijo cayó adentro. Tiene fractura de cráneo y está internado en terapia intensiva”.

Luego volvió a acudir a la red social para expresar por un lado su furia porque el lugar siguió funcionando con normalidad tras el hecho y también para mostrar el sótano donde cayó Máximo, el cual se encuentra rodeado de mesas y sillas y fue cubierto por una chapa negra.

“Estaba destapado y no estaba señalizado. Mi hijo venía caminando y pisó en falso. Más de dos metros cayó, pegando la mandíbula al borde”, remarcó.

En declaraciones al sitio de noticias Saavedra Online el hombre relató que mientras él estaba en el mostrador haciendo una compra, el nene fue al baño y al salir no advirtió que la tapa del sótano estaba abierta.

“Él pisa en falso, pega la pera en la punta y cae para adentro. Se cayó seco y tuve que bajar a buscarlo por las escaleras, caminé una cuadra con él ensangrentado, me subí al auto y lo llevé al Pirovano donde lo atendieron de maravilla. Lo trataron de estabilizar lo más que pudieron y lo llevaron a la noche al Elizalde”, detalló.

Mariano Améndola, propietario de la cafetería, explicó el motivo por el cual el local permaneció abierto tras el hecho: “Todos los empleados quedaron shockeados por lo ocurrido y le dije a la encargada que continuaran trabajando por si volvía el padre para que tomaran contacto con él”.

“Cuando el nene se abrió la cabeza, la encargada llamó a la ambulancia pero el padre no quiso esperar y lo llevó directamente al hospital. Como no era un cliente que estaba consumiendo en el lugar y no pagó con la tarjeta de crédito no sabíamos cómo ubicarlo hasta que un vecino nos facilitó el celular del papá, yo mismo lo llamé y me puse a su disposición. Fue un accidente desgraciado. Comparto el dolor del padre porque también soy padre”, completó.