Detuvieron a un colombiano por el femicidio de una argentina en España

Fuerzas suizas de seguridad detuvieron este jueves a un colombiano de 29 años sospechoso de asesinar a una mujer de 33 años de nacionalidad española y origen argentino, cuyo cadáver fue localizado la semana pasada en el baúl del automóvil de ella en la ciudad de Valencia (este español).

El hombre, compañero sentimental de la mujer, fue arrestado en la estación de tren de Ginebra cuando intentaba salir de Suiza.

Las gestiones de la Policía española permitieron averiguar que el presunto autor del crimen había abandonado España, por lo que se puso en marcha la colaboración internacional para encontrarlo y detenerlo, según un comunicado policial.

La investigación comenzó el pasado 24 de agosto, cuando se tuvo la primera información de la desaparición de la joven en Valencia, cuyo cuerpo apareció con signos de violencia en el interior de su vehículo.

La Policía sospechó desde el principio que el hombre podía ocultarse en una localidad de la frontera franco-suiza, así que se activó una orden internacional de detención y el mecanismo de localización de fugitivos a través de la red europea ENFAST.

“Tras el intercambio de información operativa entre la Policía Nacional (española) y las autoridades policiales suizas, se pudo constatar el paradero del fugado en la localidad de Ginebra y su intención de abandonar territorio suizo en tren”, explican las fuerzas españolas de seguridad en el mismo comunicado.

La Policía Cantonal de Ginebra estableció el correspondiente “dispositivo de vigilancia” en la estación ferroviaria central de esa localidad.

Fue una de sus amigas quien denunció, el 29 de agosto, la desaparición de la víctima ante la Policía.

El caso recuerda al de Diana Quer, la hija de una argentina que tenía 18 años y estaba de vacaciones en un pueblo de Galicia cuando desapareció. Fue durante la celebración de una fiesta popular en agosto de 2016 y unos meses después, su caso se archivó por falta de pruebas. Podría haber sido el crimen perfecto, si el asesino no hubiera cometido un error. Al intentar violar a otra joven, en la misma zona donde se había perdido el rastro de Diana, terminó acorralado y esta vez José Enrique Abuín Gey, alias “El Chicle”, tuvo que confesar el crimen.

El interrogatorio duró 10 horas. Recién entonces Abuín se quebró y los datos que dio fueron precisos. El cuerpo de Diana había pasado al menos 490 días bajo el agua, en un aljibe en el predio de una fábrica abandonada. La habían tirado con ladrillos de hormigón atados por la cintura y los hombros para que no saliera a la superficie