La erupción del volcán no da tregua en La Palma, y miles de personas fueron evacuadas

Las coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja siguen su avance imparable por la isla canaria de La Palma, arrasando viviendas y cultivos.

La erupción, que se agravó dramáticamente el pasado fin de semana, cuando la lava se desbordó y aparecieron nuevos flujos, entró en su cuarta semana sin dar tregua y sin final a la vista.

Unos 3.500 vecinos de El Paso y Los Llanos de Aridane tuvieron que ser confinados ayer, debido a la entrada de una de las lenguas de lava en un polígono industrial, lo que provocó un incendio en una cementera y una densa nube de gases contaminantes.

Otro ramal de la misma colada, que arrasó el fin de semana lo que quedaba del barrio de Todoque, se encuentra ya a apenas 300 metros de la costa, acercándose a una zona de la isla denominada playa de Perdido. Si llega al océano, generará un nuevo delta de lava o fajana, al norte del que otro creado por la erupción, que ya tiene 34 hectáreas.