política internacional
Más allá de la guerra: la emergente multipolaridad en el tablero mundial
El momento de la guerra contiene ventajas para los palestinos e Israel se arriesga a provocar una catástrofe política interna y externa.
El Ejército de Israel asegura haber machacado los focos de resistencia que aún presentaban los milicianos de Hamás en las ciudades colindantes a la franja de Gaza, donde la aviación israelí sigue bombardeando intensamente los núcleos urbanos tras recuperar el control de sus fronteras. Los muertos se suceden en ambos bandos y la cifra de civiles fallecidos supera por el momento a las militares, especialmente en el lado palestino.
El peligro de una escalada hace temer que se desencadene un conflicto de mayores proporciones en Oriente Próximo. La situación en Cisjordania es muy tensa y también en el sur de Líbano, donde las milicias de Hezbolá podrían entrar en combate en cualquier momento. El secretario de Defensa de los EEUU, Lloyd Austin, ha confirmado que un grupo naval de combate, integrado por el portaviones Gerald Ford, un crucero lanzamisiles y cuatro destructores, ha partido hacia la región.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha ordenado un "asedio total" sobre la franja de Gaza. "No habrá electricidad, ni alimentos, ni gas, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia", declaró en rueda de prensa ante los medios. La medida puede suponer una violación de los derechos de la población civil en tiempos de guerra, tal y como prevén al respecto del abastecimiento, higiene y salud pública los artículos 55 y 56 del convenio de Ginebra. Gaza concentra una población de más de dos millones de personas.
"Los convenios de Ginebra mandan taxativamente proteger por todos los medios posibles a la población civil. La decisión israelí de bloqueo total, privando de alimentos, agua, gas y luz es un crimen de guerra sin género de dudas", declara el exdiplomático nicaragüense y autor Augusto Zamora, que advierte que el anuncio de Gallant "plantea cometer un genocidio" y trae a la memoria "cuando los nazis llamaban a los eslavos subhumanos".
Por su parte, la UE ha decidido suspender toda la ayuda a Palestina, un total de 691 millones de euros. "La escala de terror y brutalidad contra Israel y su pueblo es un punto de inflexión", manifestó el comisario de Vecindad y Ampliación, Oliver Varhelyi. Pero posteriormente, el comisario de Ayuda Humanitaria, Janez Lenarcic, matizó en parte las declaraciones de Varhelyi y aseguró que los 25 millones que integran las partidas humanitarias siguen comprometidos. Zamora califica de "vergüenza" la actitud de las autoridades europeas.
"Israel va a masacrar a la población palestina, para la que la palabra ‘resistir’ adquiere ahora otra dimensión", explica el politólogo, autor y exparlamentario español Manuel Monereo, que observa en la escalada un "cambio de tendencia". A su juicio, la nueva espiral que está experimentando el conflicto palestino-israelí está teniendo una dureza extraordinaria, pero al mismo tiempo denota "más miedo" por parte de Israel.
"Aunque vendrá un baño de sangre y destrucción sobre Gaza, el golpe de Hamás a Israel ha sido demoledor", conviene Augusto Zamora, que subraya la dimensión "política y psicológica" del ataque. "La inseguridad que ha dejado es más dolorosa aún, pues el mito de un país inatacable se ha derrumbado", afirma.
¿Un signo de los tiempos?
La envergadura y coordinación del asalto sorprende aún más a medida que se han ido conociendo los daños provocados por la operación Inundación de Al-Aqsa, tal y como la denominan los palestinos. "Demasiadas bajas considerando la nada que es Gaza", resume Zamora, para quien los servicios especiales de Israel y su inteligencia militar han fallado estrepitosamente. "La resistencia palestina recuperó inicialmente más territorio que Ucrania en cuatro meses de contraofensiva", añade Monereo.
"El Mossad ha quedado en ridículo y el ejército israelí no menos. Hamás sale vencedor en todo, aunque destruyan Gaza. Me ha recordado la ofensiva vietnamita del Tet", señala este profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en paralela alusión a la ofensiva combinada del Ejército de Vietnam del Norte y del Vietcong en 1968 contra los invasores estadounidenses al inicio del año nuevo vietnamita. La acción no logró sus objetivos militares, pero la iniciativa mostrada y las bajas ocasionadas tuvieron un efecto demoledor sobre la moral del ejército de EEUU y su sociedad, anticipándose así su derrota final.
Independientemente del desenlace final de la actual crisis, ¿nos hallamos ante un punto de inflexión en el conflicto palestino-israelí? Más allá de su carácter histórico y la "desigualdad" que siempre lo ha marcado, Monereo estima que los acontecimientos son "una expresión" en esa parte del mundo producto de una tendencia global más amplia.
"Lo fundamental es que se trata de una señal de los cambios que se han operado en el mundo recientemente. La guerra en Ucrania ha acelerado todos los cambios. Y son unos cambios en los que ya se observa una pérdida relativa de la hegemonía de EEUU en el mundo".
Monereo cree que el ataque no solo pilló a los servicios de inteligencia israelíes desprevenidos; también a la CIA. "Y esto es consecuencia de la impunidad. Porque hasta ahora se enfrentaban a gente que les tiraba piedras y la impunidad les hizo caer en la soberbia. Pero la necesidad cambia a los pueblos y esa misma necesidad lleva a una nueva situación en Oriente Medio: Arabia Saudí e Irán han ingresado en el BRICS, e Irán también en la Organización para la Cooperación de Shanghái", recuerda.
Un mundo con nuevos equilibrios
Las alianzas y relaciones internacionales viven un periodo de cambio. Bajo la égida de la diplomacia china, Irán y Arabia Saudí reanudaron sus relaciones diplomáticas en 2023. Ambos países comparten ya espacio en el grupo de los BRICS+ y el país árabe, además, acuerda la producción del petróleo junto con Rusia.
Se observa un realineamiento de varios países de distintas áreas geográficas en virtud de sus intereses, propios y compartidos. En palabras de Monereo, se busca "una entente" con el nuevo mundo emergente. "Los actores de Oriente Próximo están cambiando de posición", sentencia. La posición saudí goza ya de una autonomía "relativa" y el país juega abiertamente a dos bandas. "Todos los viejos amigos de EEUU van a realinearse. Egipto y el Brasil de Lula surgen de ese mundo. Siempre surgen los países no alineados, que juegan a una calculada equidistancia".
Es en este contexto en el que acontece la actual fase del enfrentamiento entre israelíes y palestinos. Y en opinión de los analistas consultados, la situación difiere de aquella en 2006, cuando el grupo chií Hezbolá también sostuvo un enfrentamiento a gran escala con las fuerzas israelíes en suelo de Líbano, al tratar estas de rescatar a dos de sus soldados de su cautiverio a manos de la guerrilla libanesa.
"Entonces EEUU estaba en el apogeo de su poder y, con ellos, Israel. Y ahora no son lo mismo dos soldados que un centenar de prisioneros", sostiene A. Zamora. "Este es ya otro mundo, con más ventajas para los palestinos que las que había en 2006".
¿Una solución diplomática?
"Israel tendrá que hilar fino o puede provocar una catástrofe política interna y externa", advierte Zamora, que señala que, en esta coyuntura, "está en juego" toda la política estadounidense en Oriente Próximo.
"A EEUU le interesará cualquier cosa menos una guerra abierta. El Gobierno israelí tendría limitaciones serias para actuar contra Hamás, como actuó contra Hezbolá y Líbano".
La acción diplomática "en este y otros conflictos" es por ahora más un deseo personal que una perspectiva real, admite Monereo. "Porque EEUU va a agudizar conflictos en el territorio de la antigua URSS y está comprometido a mantener el orden unipolar a cualquier precio. Y Ursula von der Leyen y Josep Borrell son un ejemplo de la posición del orden que se quiere mantener", explica.
"Esto es un cambio en la situación mundial. Estamos en una transición hacia un nuevo mundo. Los viejos conflictos tienen nuevas salidas. Hasta ahora, EEUU y la OTAN no aceptan el nuevo orden y hacen de la guerra su instrumento para mantenerlo", concluye Manuel Monereo.
En aras de obrar un alto el fuego, el secretario de la Liga Árabe se reunió con el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov. Rusia aboga por una solución que contemple un regreso a las fronteras anteriores a 1967. En 2011, la Administración estadounidense de Barack Obama, con el objetivo de relanzar las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes, también defendió ese mismo mapa como solución.