GUERRA

Por la guerra en Medio Oriente, los árabes-israelíes denuncian que sufren persecución y racismo

Son el 20% de la población de Israel. Tienen representación parlamentaria, pero acusan a las autoridades de acosarlos por su apoyo a la causa palestina.

La guerra entre Israel y Hamas expuso la compleja situación interna que vive la minoría árabe en territorio israelí. Son el 20% de los 9,3 millones de habitantes y denuncian una ola de represión y discriminación agravada por el nuevo conflicto desatado tras el brutal ataque de Hamas.

Los árabes-israelíes descienden de los habitantes que no abandonaron el actual Israel tras la declaración de independencia de 1948, que dio inicio a la “Nabka”, como los palestinos llaman al éxodo que siguió a la creación del Estado judío. Tienen la nacionalidad israelí y cuentan con partidos políticos de representación parlamentaria. Sin embargo, denuncian que su comunidad sufre racismo y “apartheid” en su propio país.

El ataque del grupo islámico que causó más de un millar de civiles muertos en el sur de Israel, según afirman, agravó esta realidad y al mismo tiempo dividió a la comunidad.

De hecho, el bloguero Nuseir Yassin, conocido en el mundo como Nas Daily, escribió en su cuenta de X (ex-Twitter) que la ofensiva de Hamas cambió la visión sobre su identidad. “Amo Palestina y he invertido en Palestina. Pero no es mi hogar. Así que a partir de hoy me considero un ‘israelí-palestino’. Israelí primero. Segundo palestino. A veces hace falta una conmoción como esta para ver con tanta claridad”, enfatizó.

Pero su opinión contrasta con las denuncias de referentes de la comunidad. “La discriminación sistemática de los ciudadanos palestinos es evidente en todos y cada uno de los ámbitos de la vida”, dijo el abogado de derechos humanos del Adalah Legal Center para las minorías árabes en Israel, Adi Mansour.

La amenaza del jefe de la policía contra los árabes-israelíes

Los árabes-israelíes denunciaron que en los últimos días la policía arrestó a numerosos miembros de la comunidad que organizaron protestas contra los bombardeos a Gaza. La mayoría de los palestinos con nacionalidad israelí tiene familiares allí o en Cisjordania.

“El martes hubo una protesta convocada en Haifa. La policía la desmanteló incluso antes de que empezara. Usó fuerza excesiva para arrestar a 5 o 6 personas. A un amigo mío lo detuvieron antes de que llegara al lugar. Estamos siendo blanco de las autoridades israelíes”, dijo la periodista árabe-israelí Vera Sajrawi.

Poco antes, el jefe de la policía de Israel, Kobi Shabtai, dijo que la fuerza tendría “tolerancia cero” para las manifestaciones a favor de Hamas. La comunidad árabe-israelí sostiene que se trata de movilizaciones a favor de la población civil de Gaza.

“Quien quiera ser ciudadano de Israel, ahalan wasahlan (bienvenido en árabe)”, dijo Shabtai en un video publicado el martes en la cuenta de Tik Tok de la policía. Pero enseguida advirtió: “Cualquiera que quiera identificarse con Gaza es bienvenido. Los subiré a autobuses que los llevarán allí y los ayudaré a llegar”.

Para Mansour, “durante cualquier tipo de emergencia, la alienación de los ciudadanos palestinos de Israel se vuelve más evidente, ya que no son percibidos por la mayoría judía ni considerados por el Estado como parte integral del colectivo”.

“Esto es aún más evidente en tiempos de hostilidades y tiempos de guerra que revelan la visión general de los ciudadanos palestinos como enemigos. A la luz de los acontecimientos recientes, la corriente principal en Israel está expresando explícitamente una demanda que solía ser muy sutil en el pasado: que los ciudadanos árabes abandonen su identidad palestina y apoyen activamente las acciones de Israel contra su propio pueblo”, afirmó.

Los árabes-israelíes denuncian represalias por el brutal ataque de Hamas

En un diálogo, Mansour dijo que desde el comienzo de la guerra su comunidad está experimentando “una represión de la libertad de expresión”.

“Los trabajadores y estudiantes enfrentan suspensión, expulsión o pérdida de empleo por expresar solidaridad con el pueblo palestino en Gaza o incluso por compartir versos del Sagrado Corán”, señaló.

Sajrawi denunció a su vez que desde el inicio de la crisis “más de 150 personas fueron detenidas por postear mensajes en redes sociales en solidaridad con la gente en Gaza. Pero Israel nos acusa de apoyar el terrorismo. Entonces no podemos siquiera expresar nuestra opinión libremente”, afirmó.

La identidad y los derechos políticos de los árabes-israelíes

Los árabes con nacionalidad israelí viven y forman parte de un país considerado enemigo por sus amigos y familiares de Gaza y Cisjordania y de toda la diáspora. Se sienten palestinos y afirman sufrir discriminación de una mayoría judía que vive rodeada de facciones integristas que abogan por su total “aniquilación”.

“La mayoría de nosotros, no todos, nos sentimos identificados como palestinos. Estamos desconectados de Gaza, pero tenemos familiares, amigos, sentimientos de unidad y solidaridad con los palestinos en todo el mundo”, dijo Sajrawi.

Esa identidad quedó expuesta tras el ataque de Hamas. El bloguero Nuseir Yassin, en una carta abierta publicada en sus redes sociales, dijo que la brutalidad del grupo islámico le hizo cambiar su percepción sobre su propio origen.

“Me di cuenta de que si Israel volviera a ser atacado de esta manera, no estaríamos a salvo. Para un terrorista que invade Israel, todos los ciudadanos son sus objetivos (...). No quiero vivir bajo un gobierno palestino. Lo que significa que solo tengo un hogar, aunque no sea judío: Israel. Ahí es donde vive toda mi familia. Ahí es donde crecí. Ese es el país que quiero que siga existiendo para que yo pueda existir. Palestina también debería existir como Estado independiente. Y espero ver al país prosperar y volverse menos extremista y más próspero”, escribió.

Pero no todos están de acuerdo. De hecho, la opinión de Yassin parece ser minoritaria. Además, los referentes de la comunidad denuncian una marginación política.

“Aunque los ciudadanos palestinos de Israel constituyen el 20% de toda la población y poseen la ciudadanía israelí, su representación política está marginada, ya que los partidos árabes nunca están incluidos en ninguna coalición”, señaló Mansour.

Además, el activista dijo que “los ciudadanos palestinos también sufren la exclusión y la insuficiente representación en la función pública y, por tanto, su influencia en los órganos estatales es muy limitada”.

“La discriminación sistemática de los ciudadanos palestinos es evidente en todos y cada uno de los ámbitos de la vida. Esto se deriva del orden constitucional y los valores del apartheid del estado consagrados en la Ley del Estado de la Nación Judía de 2018″, afirmó.

Ese año, el parlamento israelí aprobó una controvertida ley que declaró el derecho a la autodeterminación nacional como “exclusivo del pueblo judío”.

Mansour dijo que “desde la Nakba y el establecimiento de Israel se construyeron más de 700 ciudades y pueblos para judíos, mientras que las únicas 7 ciudades que el Estado construyó para los palestinos se establecieron con el propósito de desplazar por la fuerza a los pueblos beduinos que quedaron después de que la gran mayoría de ellos fueran expulsados”, afirmó.

Según dijo, “la población árabe vive en solo el 3% del territorio del estado, y la segregación está profundamente arraigada en las políticas de vivienda y desarrollo. Los ciudadanos palestinos tienen servicios sustancialmente peores en el campo de la educación, la salud y los servicios sociales”.

“Nosotros -afirmó Sajrawi- somos ciudadanos de segunda clase”.