Rusia dijo que va a cortar el gas a Francia por falta de pago

Rusia, a través de su empre­sa de gas estatal Gazprom, anunció ayer la suspensión de la provisión de gas a Francia desde mañana, luego de marcar que no se cumplieron los pagos del modo previsto.

Rusia entrega gas a la empresa francesa Engie, pero esta aún no realizó los abonos correspondientes a julio y, por un decreto del presidente ruso Vladimir Putin, no se permite entregar el recurso si los pagos no se acreditaron.

“Gazprom Export notificó a Engie la suspensión total de sus entregas de gas a partir del 1° de septiembre de 2022, hasta la recepción del pago integral de las sumas debidas por las entregas”, indicó la compañía rusa en un comunicado en Telegram.

Asimismo, agregó lo referido a ese decreto gubernamental que fue firmado en marzo y subrayó que “prohíbe seguir entregando gas natural a un comprador extranjero que no haya pagado (las sumas debidas) en su integralidad en los plazos fijados por contrato”.

Este corte del suministro no es novedad, ya que las entregas de Gazprom a Engie habían disminuido considerablemente desde el inicio de la intervención rusa en Ucrania, a fines de febrero.

Además, como respuesta a las sanciones que impuso la Unión Europea por la operación militar, Rusia le redujo en varias ocasiones el suministro del hidrocarburo a Europa, fuertemente dependiente de esas importaciones.

Previo a esto, Gazprom había anunciado la reducción de los envíos a Francia, junto con el plazo para el corte del suministro a través del gasoducto Nord Stream, clave para el centro de Europa, en medio de las tensiones entre Rusia y las potencias occidentales por la guerra en Ucrania.

Por su parte, a través de un breve comunicado, la francesa Engie dijo que el suministro “ya se había recortado drásticamente tras la invasión de Ucrania”, pasando recientemente a solo 1,5 teravatios-hora (TWh) por mes.

Esta cifra debe considerarse en el contexto de un suministro “total anual a Europa de más de 400 TWh”, añadió el principal proveedor de gas en Francia, controlado en casi un 24% por el Estado.

Cabe señalar que la nación gala depende de la energía nuclear para generar la mayoría de su electricidad, pero el gas ­representa un 20% de su consumo total de energía, destinado a la calefacción, la cocina y finalidades industriales, según datos oficiales.