PRIMICIA
“Sputnik V”: de Rusia, con amor
Tal como anticipó La Red 92 y diario Hoy de forma exclusiva, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que su país fue el primero en registrar de manera oficial una fórmula contra el coronavirus.
Según afirmaron las autoridades rusas en las últimas horas, la vacuna es “eficaz”, ya que ha superado todas las pruebas necesarias y permite lograr una “inmunidad estable” ante el coronavirus. Vladimir Putín señaló además, que la vacunación en Rusia se realizará de manera voluntaria.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó esta noticia con prudencia y resaltó que el tratamiento primero debe ser sometido a revisión para comprobar su eficacia. Se habla de una precalificación para que la misma sea revisada con más tiempo.
La vacuna rusa Gam-Covid-Vacllevará el nombre “Sputnik V” para el mercado exterior, en alusión al primer satélite artificial que lanzó la Unión Soviética. Se trata de una vacuna que emplea como vector viral el adenovirus humano tipo 26, que es un virus de resfriado común, al que se le ha agregado el gen de la proteína S del SARS-CoV-2.
A diferencia de lo que muchos suponen o creen, los rusos y los argentinos tienen muchas cosas en común. Lejos de la enorme e imponente Moscú, la clase obrera y los campesinos de Rusia viven y trabajan de forma muy humilde, con características similares a la de la clase rural argentina en el interior del país.
Las casas de la clase media conservan la estructura de la antigua Unión Soviética, con amplios espacios y grandes dormitorios, pero con una tecnología intermedia.
En ese contexto, la pandemia produjo el mismo hartazgo y sometimiento que en otras partes del mundo. “Para ser honesta, muchos residentes de Rusia ya están cansados del virus. En mi caso, uso una mascarilla solo para ir al trabajo y en las tiendas donde lo exigen”, comentó en diálogo exclusivo con diario Hoy, Galina Rumyantseva.
Además de la vacuna rusa, hay otras, como la del Reino Unido, que está dando sus últimos pasos para ser aprobada. Se viene trabajando en la Universidad de Oxford, y parece una de las más avanzadas.