Cambio climático

Suben a 31 los fallecidos por las inundaciones en el norte de Turquía

En algunos pueblos el nivel del agua subió a cuatro metros.

Al menos 31 personas murieron y hay un número indeterminado de desaparecidos como consecuencia de las inundaciones repentinas que se registraron en el norte de Turquía, donde el presidente Recep Tayyip Erdogan realizó una recorrida por las zonas más afectadas.

"Su pena es la de todos nosotros. El Estado está junto a ustedes con todos sus medios" disponibles, declaró Erdogan antes de asistir a los funerales de las víctimas.

Según un balance provisional de la Agencia gubernamental para los desastres naturales (Afad), 29 personas murieron en la provincia de Kastamonu, a orillas del Mar Negro, y otras dos en la vecina Sinop; además, hay un número indeterminado de personas desaparecidas.

Hospitales de la región tuvieron que evacuar a sus pacientes y los habitantes se vieron obligados a refugiarse en los tejados de sus viviendas y ser evacuados en helicópteros como muestran imágenes difundidas por las televisiones y las redes sociales. En tanto, varios puentes de carreteras colapsaron después de deslizamientos de tierra.

Conmocionados, algunos sobrevivientes expresaron su malestar con las autoridades locales, acusándolas de no haber reaccionado con la suficiente celeridad para rescatar a los habitantes. "Sólo nos dijeron que pusiéramos a salvo nuestros vehículos, porque el río corría peligro de desbordarse. No nos dijeron que salváramos nuestras vidas ni las de nuestros hijos", lamentó Arzu Yücel, cuyas hijas gemelas están desaparecidas luego que su edificio se derrumbara.

Numerosos responsables políticos y asociaciones llamaron al gobierno turco a tomar medidas radicales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, puesto que atribuyen estos desastres al cambio climático.

Turquía no ratificó el acuerdo de París sobre el clima de 2015, que establecía objetivos para frenar el calentamiento global, consignó AFP. Como consecuencia de las intensas lluvias, el nivel del agua subió a cuatro metros en algunos pueblos y las calles convirtieron en torrentes llenos de autos y todo tipo de escombros.