Patrimonio en riesgo

“Nos están bajando el valor de la casa”: vecinos de La Plata alertan por el freno a la construcción y el impacto en el bolsillo

La Plata enfrenta un conflicto urbano que golpea la vida cotidiana: caen los valores de las propiedades, suben los alquileres y se congelan los proyectos familiares.

Según datos de la UNLP, el Municipio frenó el 79% de los metros cuadrados habilitados para construir. La medida fue impulsada por el intendente Julio Alak bajo el argumento de “equidad urbana”.

Pero en la calle, el efecto es otro. “Es como si te recortaran los ahorros sin avisar”, resume una vecina de Gonnet que no pudo ampliar su vivienda.

Propiedades que valen menos, alquileres que suben

Martilleros y desarrolladores coinciden: los lotes y viviendas en zonas con restricciones ya perdieron entre 15% y 25% de valor. El urbanista del BID Eduardo Rojas lo define como “un impuesto invisible sobre el ahorro del ciudadano”.

Mientras baja el valor patrimonial, suben los precios para alquilar o comprar. “Cuando se frena la construcción, no se protege al inquilino, se lo condena a pagar más”, advierte Richard Florida, economista urbano.

Barrios congelados: del casco a City Bell

El nuevo Plan de Ordenamiento Territorial prohíbe densificar en barrios consolidados como City Bell, Gonnet, Tolosa o el propio casco urbano.

La consecuencia: la construcción se desplaza hacia la periferia, más lejos y sin infraestructura. “La expansión sin densidad es el camino más caro y menos sustentable”, señala el urbanista danés Jan Gehl.

Un “índice” que genera incertidumbre

La normativa incorpora además un “índice de riesgo hídrico” que deja a criterio político qué se autoriza y qué no.

Según especialistas, esto destruye previsibilidad y paraliza la inversión privada. “La planificación debe dar certezas, no temor”, sostiene Joan Busquets, de Harvard.

El problema ya no es técnico: es cotidiano

Lo que se presentó como corrección normativa se transformó —para los vecinos— en una amenaza directa al patrimonio y a la posibilidad de acceder a vivienda.

El jubilado que quiere vender. La familia que buscaba ampliar. El hijo que intenta alquilar cerca del trabajo. Todos chocan con el mismo límite.

Carlos Moreno, impulsor de las “ciudades de 15 minutos”, advierte: “Una mala norma puede empobrecer a una ciudad más rápido que una crisis económica”.

En La Plata, dicen los vecinos, ese empobrecimiento ya empezó.

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