Cambio climático

Aseguran que el Amazonas podría convertirse en una sabana

Alrededor de tres cuartas partes de la selva muestran una menor capacidad para recuperarse.

Diversas universidades de Alemania y de Reino Unido, en conjunto con el Instituto de Potsdam, realizaron una importante investigación en torno a la selva amazónica. Allí se destaca que el conocido y bautizado como “pulmón del mundo” podría convertirse en una sabana de cara al futuro, aunque no hay precisiones de cuándo sucederá.

Para llevar a cabo el estudio utilizaron indicadores de estabilidad, similares a los que se usaron en la capa de hielo de Groenlandia y en la circulación de vuelco del Atlántico. En sí, lo que se buscó fue tener una aproximación sobre la ralentización de la dinámica del sistema. El resultado indicó que alrededor de tres cuartas partes de la selva reflejan, desde el año 2000, una menor capacidad para recuperarse, siendo las zonas más cercanas a la urbe las más amenazadas.

“La reducción de la resiliencia, es decir, la capacidad de recuperarse de perturbaciones como las sequías o los incendios, puede significar un mayor riesgo de muerte de la selva amazónica. El hecho de que veamos tal pérdida de resiliencia en las observaciones es preocupante. La selva amazónica alberga una biodiversidad única, influye en gran medida en las precipitaciones de toda Sudamérica gracias a su enorme evapotranspiración y almacena enormes cantidades de carbono que podrían liberarse en forma de gases de efecto invernadero si se produjera un retroceso, incluso parcial, contribuyendo así al calentamiento global. Por eso la selva tropical tiene una importancia mundial”, destacó uno de los integrantes del estudio, Niklas Boers.

“Hemos buscado en los datos de observación específicos indicios de cambios en la resiliencia durante las últimas décadas. Vemos que la resiliencia de la selva tropical disminuye continuamente desde principios de la década de 2000, pero no podemos saber cuándo podría producirse una transición de la selva tropical a la sabana. Cuando sea observable, probablemente será demasiado tarde para detenerla”, concluyó el investigador.