Ciencia
Descubren gran reserva de agua en la Luna de casi 3 millones de toneladas
El recurso natural podría servir no solo para abastecer a las tripulaciones de las misiones, sino también para generar combustible de los cohetes.
Mientras la NASA prepara la vuelta a la Luna después de 40 años, científicos descubrieron nuevos restos de agua en cristales de impacto hallados en el suelo lunar por la misión china Chang’e 5 (CE5), según un estudio publicado en las últimas horas en la revista especializada Nature Geoscience.
En los últimos años, varias misiones robóticas y telescopios terrestres confirmaron que la Luna sigue atesorando agua. Y no se trata solo de gotitas, sino de toneladas en forma de hielo.
El profesor Sen Hu de la Academia China de Ciencias, que ha estado al frente de la investigación, ha señalado que estos hallazgos “indican que los cristales de impactos en la superficie de la Luna y otros cuerpos sin aire en el Sistema Solar son capaces de almacenar agua derivada de vientos solares y de soltarlos al espacio”.
Los investigadores han estimado la cantidad total de H2O que puede haber en toda la Luna, cercana a unos 270.000 millones de toneladas. Se trata de una reserva descomunal comparada con otras estimaciones. “El agua puede ser recargada en la superficie lunar”, precisaron los expertos.
Asimismo, los científicos creen que deben de existir reservas hídricas todavía por identificar que tengan la capacidad de amortiguar el ciclo del agua de superficie lunar, es decir, capaces de retener el agua en el satélite y que no se escape al espacio.
Toda esta agua, afirman los investigadores, podría servir, no solo para abastecer a las tripulaciones de las misiones espaciales, sino también para generar combustible de cohetes.
La sonda china Chang-e-5 alunizó en 2020 y desde entonces realiza tareas robóticas de exploración. Fue la primera en recoger muestras de la superficie lunar desde que la Unión Soviética recuperara 170 gramos en 1976.
La misión bautizada con el nombre de la antigua diosa china de la Luna, tiene la capacidad de enviar esos elementos a la estación espacial internacional, lugar donde fueron analizados para llegar a esta conclusión revolucionaria.