Ciencia

Descubrieron 30 nuevos cometas en un sistema solar recién nacido

Desde el Instituto de Astrofísica de París, un equipo internacional de 11 investigadores realizó este hallazgo inesperado de un solo golpe.

Tal como acaba de publicar la revista especializada Scientific Reports, un equipo internacional de 11 investigadores del Instituto de Astrofísica de París descubrió de un solo golpe 30 nuevos exocometas en un sistema planetario recién formado. La precisión de las observaciones astronómicas fue tal que los científicos pudieron incluso determinar el tamaño de los núcleos cometarios, que oscilan entre los 3 y los 14 kilómetros de diámetro.

Bajo la dirección de Alain Lecavelier des Etangs, el equipo formado por especialistas de Francia, Brasil y los Países Bajos logró ubicar todos estos cometas en el incipiente sistema que rodea a Beta Pictoris, una jovencísima estrella a unos 60 años luz de la Tierra y cuya edad no llega a los 20 millones de años. La estrella lleva largo tiempo obsesionando a los investigadores. Desde hace ya tres décadas, Beta Pictoris fascina a los astrónomos porque les permite observar un sistema solar similar al nuestro en plena etapa de formación. Alrededor de la estrella se han descubierto ya dos jóvenes planetas, y los primeros cometas del sistema se hallaron en 1987. Aquellos fueron los primeros en ser observados alrededor de una estrella que no fuera el Sol.

Asimismo, los científicos también pudieron estimar la distribución del tamaño de los objetos, es decir, la proporción de cometas pequeños con respecto a los grandes, algo que no se había hecho hasta ahora por fuera de nuestro Sistema Solar. Sorprendentemente, los resultados del trabajo muestran que la distribución de los cometas es muy similar a la de los que orbitan alrededor del Sol.

Tal como sucedió en nuestro propio Sistema Solar hace más de 4.000 millones de años, los exocometas de Beta Pictoris se formaron como consecuencia de una serie de colisiones y rupturas de cuerpos mayores. Estudiar el origen y la evolución de los cometas en otros sistemas resulta del máximo interés para los especialistas de todo el mundo, ya que una parte del agua del planeta procede probablemente de un intenso bombardeo de cometas sobre la Tierra primitiva.

Estos cuerpos celestes escapan porque sus colas de gas y polvo en tránsito engullen la luz de las estrellas en ciertas longitudes de onda, y esta absorción aparece como una línea oscura en el espectro pictórico beta. Ahora, mientras se esperan las fotografías posibles del Telescopio Espacial James Webb, los científicos estuvieron usando un método de observación diferente durante 156 días: el TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite, o Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito) de la NASA. Precisamente, este se utiliza para buscar planetas que estén cerca de otras estrellas: si dicho planeta pasa frente a una estrella vista desde la Tierra, atenuará ligeramente la luz de la estrella y así se revelará. Los cometas en tránsito con sus grandes colas también producen esa atenuación, aunque en menor medida.