Sondeo
Casi la mitad de los argentinos sufrió trastornos de ansiedad en la pandemia
Además, el 30% atravesó niveles de depresión significativos. Jóvenes, mujeres y personas con antecedentes de trastornos mentales sufrieron más el impacto del aislamiento sanitario.
Casi la mitad de la población argentina padeció ansiedad durante la pandemia y el 30% atravesó niveles de depresión significativos, al tiempo que jóvenes, mujeres y personas con antecedentes de trastornos mentales sufrieron más el impacto del aislamiento sanitario, según un sondeo realizado en todo el país por el lnstituto de Investigaciones Psicológicas (IIPsi), dependiente del Conicet, y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Los datos surgen de una serie de estudios a cargo de los doctores en Psicología Lorena Cecilia López Steinmetz y Juan Carlos Godoy, quienes evaluaron la salud mental durante la pandemia por coronavirus en diferentes grupos poblacionales argentinos en 2020 y 2021.
"Los niveles de ansiedad son particularmente altos y es un indicador para preocuparse", explicó a Télam Godoy, quien se desempeña como director del laboratorio de Psicología del IIPsi y profesor de la UNC.
En ese sentido, precisó que "un nivel de ansiedad basal es razonable porque nos ayuda a enfrentar los desafíos de la vida, pero pasado ese nivel empezamos a abrir la puerta al desarrollo de otro tipo de problemas psicológicos, algunos vinculados con la gran familia de los trastornos de ansiedad o con el desarrollo de depresión".
Para Godoy, los indicadores de ansiedad "hay que monitorearlos de manera constante porque dan pistas sobre el bienestar general de las personas".
Sobre una muestra de 1.100 personas residentes en todo el país, el 48% manifestó tener ansiedad; el 29,64% señaló haber atravesado niveles de depresión "clínicamente significativos" y el 42,27% reconoció tener riesgo suicida dignos de consideración. De estos últimos, 19,36% los consideró de riesgo alto y el 22,91% moderado.
Por último, en diálogo con Télam, López Steinmetz indicó que "el riesgo suicida es algo que no suele ser evaluado por la mayoría de los estudios y claramente es necesario evaluar porque si no se habla sobre eso no se puede ayudar a las personas".
"Tanto el riesgo suicida moderado como el alto, requieren atención clínica", concluyó.