DOMINGO CAVALLO

Cavallo cuestiona el Presupuesto 2025 por falta de claridad en la deuda y dudas inflacionarias.

El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, realizó un análisis detallado del proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el presidente Javier Milei ante el Congreso, destacando tanto fortalezas como preocupaciones en el marco económico planteado.

Durante un seminario de Global Source Partners, Cavallo subrayó "debilidades" en el ajuste fiscal y "fuertes diferencias" con las expectativas del mercado, especialmente en cuanto a la inflación y la refinanciación de la deuda en dólares.

Cavallo elogió la determinación de Milei en su búsqueda de equilibrio macroeconómico, señalando que esta es "la obsesión prioritaria" del mandatario de cara a la estabilidad económica y las elecciones de medio término en octubre de 2025. No obstante, advirtió sobre las dificultades que presenta el plan fiscal del gobierno, sobre todo tras la eliminación del Impuesto PAÍS, cuyo reemplazo con aumentos en impuestos a combustibles y exportaciones podría no ser suficiente para cubrir la pérdida en recaudación.

Otro punto de preocupación para el ex ministro es la refinanciación de los vencimientos de deuda en dólares para 2025, que, según él, aún no tiene un plan claro de acción. A pesar de la confianza del gobierno en obtener un nuevo acuerdo con el FMI, Cavallo sugirió que los mercados internacionales seguirán cerrados para Argentina hasta al menos 2026, lo que complica la estrategia de financiamiento del país.

En cuanto a la inflación, Cavallo destacó una "fuerte diferencia" entre las proyecciones del gobierno y las expectativas del mercado. Mientras el Ejecutivo prevé una disminución progresiva de la inflación hasta un 1,2% mensual para diciembre de 2024, el ex ministro sostiene que las proyecciones del mercado son más pesimistas, debido a la inercia inflacionaria y al crecimiento de los agregados monetarios.

Finalmente, Cavallo concluyó que, aunque el objetivo de déficit fiscal cero está "cerca de cumplirse", las metas inflacionarias podrían no ser alcanzables sin cambios significativos en la política monetaria y cambiaria.