Swap y exportaciones

Decisiones gubernamentales ponen en jaque el acuerdo comercial con China

El ex embajador argentino, Sabino Vaca Narvaja, advierte que romper relaciones con dicho país podría desencadenar una "triple implosión productiva, social y financiera"

La reunión secreta entre la canciller Diana Mondino y la representante comercial de Taiwán, Miao-hung Hsie, no cayó para nada bien en el gobierno chino de Xi Jinping, el cual evalúa tomar ciertas medidas que afectarían drásticamente al comercio argentino ya que considera que el encuentro fue reconocer a la soberanía de la isla por encima de la disputa con China.

En primer lugar, China habría iniciado el proceso para exigir el pago del swap, una operación que implica miles de millones de dólares, a raíz de la utilización de aproximadamente 5000 millones de dólares más intereses por parte del gobierno de Alberto Fernández. También existe la posibilidad de un embargo de exportaciones, aunque la ejecución de este proceso podría llevar meses o incluso años debido a la burocracia china.

Por otro lado, Argentina dejaría de ser uno de los principales socios comerciales del gigante asiático ya que este ahora priorizaría a Brasil en la compra de soja y maíz, decisión fundamentada en la destacada alianza de Xi Jinping con Lula, presidente brasileño, en contraste a la relación tirante que mantiene con Milei y su gobierno.

Asimismo, otro cambio estaría en la venta de carne, dejando de lado a Argentina para apuntar hacia Australia y el ganado en pie de Uruguay. Esto significaría un duro golpe debido a que la mayor parte de la industria cárnica nacional está destinada al país oriental, representando una aguda pérdida económica.

Cabe recordar que actualmente para Argentina, China representa más del 90% de las exportaciones de soja, el 80% de las exportaciones de carne en agosto del año pasado y alrededor del 60% de mariscos, cebada, sorgo y carne de ave.

El ex embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, advierte que romper relaciones con dicho Estado podría desencadenar una "triple implosión productiva, social y financiera".

El pasado 21 de noviembre, dos días después del balotaje, la cancillería china advirtió que sería "un enorme error de la política exterior del presidente electo romper relaciones con países mayores, como China y Brasil", en referencia a los dichos del propio Milei que tildó a ambas naciones de "comunistas" y prometió romper relaciones, un paso que una vez asumido intentó moderar.