Docentes buscan recuperar los contenidos pedagógicos perdidos en pandemia

La pandemia visibilizó las claras desigualdades existentes en la sociedad, y la educación fue uno de los campos en donde más se pudo observar este punto debido a que cientos de chicos dejaron de tener un acompañamiento escolar de forma regular. Con la vuelta a la presencialidad escolar, gracias a la campaña de vacunación y en el contexto de aperturas masivas, la provincia de Buenos Aires habilitó un nuevo programa para compensar el tiempo perdido para este grupo de niños, bautizado +ATR.

En diálogo con diario Hoy, la docente platense Rosario Taylor explicó: “Está destinado a intensificar la enseñanza de aquellos estudiantes con valoración pedagógica en proceso o discontinua. Se intenta acompañar las trayectorias educativas de aquellos niños y jóvenes, que se vieron interrumpidas por la pandemia y su secuela de desigualdades”.

Los destinatarios de este programa son todos los estudiantes que requieran el acompañamiento. Por ejemplo, a nivel primario en primer ciclo se intenta acompañar en cuanto a la alfabetización; también importan las operaciones matemáticas, pero sobre todo se busca reforzar la lectoescritura. En lo que respecta al segundo ciclo también se abordan contenidos de Prácticas del lenguaje y Matemáticas, prestando especial atención a este grupo, ya que son quienes van a egresar de la escuela primaria y deben dominar ciertos contenidos pedagógicos.

“Hubo alumnos que no pudieron conectarse durante todo el aislamiento o que tuvieron una conexión intermitente. Si bien mediante el programa +ATR el año pasado se acercaron cuadernillos a estos niños, no es lo mismo que la presencialidad. Esto llevó a encontrarnos con escenarios preocupantes, donde en el primer ciclo los niños requerían ayuda para escribir su propio nombre. Las escuelas se encuentran desbordadas de situaciones preocupantes”, remarcó la maestra.

En cuánto al método de trabajo, los alumnos que necesitan reforzar contenidos están asistiendo a los establecimientos educativos a contraturno o bien, también los días sábados. En sí, se trata de grupos reducidos para que se puedan atender de la mejor forma las necesidades de cada uno.

“La implementación del proyecto no es fácil, estamos hablando de chicos a quienes les cuesta asistir a la escuela en sí, lo que lleva a que sea más difícil que vayan a contraturno o los sábados. La escuela pública sigue constituyendo la herramienta prioritaria para que las desigualdades no se intensifiquen. En ciertos contextos el colegio lo es todo, la única herramienta para la alfabetización y para acceder a las posteriores oportunidades”, concluyó.