Economía

El Gobierno extendió el fideicomiso para contener el precio interno del aceite

La intención es que continúe el abastecimiento de 29 millones de litros al mes.

En un contexto donde los precios internacionales de los aceites están en sus máximos históricos, el Gobierno prorrogó por un año el denominado fideicomiso aceitero, un mecanismo mediante el cual las empresas aseguran el abastecimiento a bajo precio de 29 millones de litros al mes, lo que equivale a un desembolso anual de u$s190 millones para la industria.

Lo hizo mediante la publicación de la resolución conjunta 1/2022 entre el Ministerio de Desarrollo Productivo y el de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Esta herramienta fue reinstaurada en febrero del año pasado por el Gobierno luego de que el Gobierno de Mauricio Macri la derogara y en la práctica vencería hoy, pero lo cierto es que la intención del Gobierno es prolongarla por un año a pesar de las críticas del sector industrial. Es que desde hace semanas desde las empresas aceiteras comenzaron a manifestar que producto de esta compensación directa al mercado interno, los precios de los aceites experimentan en las góndolas locales un atraso del 130% perjudicando directamente a las empresas que destinan su producto al mercado local.

Tiempo atrás desde CIARA –CEC, la cámara que nuclea a las empresas del sector, detallaron: “Los precios publicados son responsabilidad del Gobierno, que los fija muy por debajo de toda estructura real de costos. La intervención estatal en precios nunca funciona, y destruye empleo y la producción”, señalaron.

En febrero pasado cuando se había anunciado la puesta en marcha de esta herramienta desde la industria indicaban: “El fideicomiso privado que se constituirá se propone proteger a los consumidores de aceites de girasol y mezcla con el de soja de las oscilaciones externas de esos commodities, mediante un sistema interno de compensaciones que posibilite estimular la libertad de mercado y la libre competencia, garantizando el abastecimiento interno y asegurando precios justos y razonables para los consumidores”, como sostiene la norma oficial. “Como consecuencia, también se protege el comercio exterior de esos aceites, soja, girasol y harinas al asegurar el cumplimiento de los contratos y obligaciones asumidas con otros países, preservando a la Argentina como proveedor confiable”.