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El mercado global reacomoda sus expectativas y espera tasas más bajas: cómo puede impactar en la Argentina

La caída de la semana pasada generó un movimiento a la baja en los rendimientos de los bonos estadounidenses, que funcionan como base para el costo que paga el resto de los países para financiarse.

La Argentina debe afrontar el año que viene pagos totales por US$16.000 millones y la intención inicial del Gobierno era -al menos- refinanciar los títulos que vencen en el mercado internacional. Según detalló la consultora Outlier, en 2025 los vencimientos de capital por bonos Globales y Bonares suman US$5600 millones y a ellos se suman otros US$3146 millones en intereses.

Con el riesgo país por encima de los 1500 puntos, los planes de emitir nueva deuda para cancelar esos compromisos se complican. Por eso, el equipo económico se apuró a anunciar que los pagos están asegurados por otras vías, como la compra de dólares por superávit o el financiamiento proveniente de bancos.

El precio de los bonos argentinos que cotizan en el exterior es inversamente proporcional al riesgo país. Si bien, en lo que va del año, los títulos de deuda muestran subas de entre 9% y 43%, la recuperación no es suficiente para bajar con fuerza el indicador que elabora JP Morgan.

Entre otras cosas, sucede que el mercado ya da por descontada la disciplina fiscal del Gobierno y empieza a pedir avances en otros frentes, fundamentalmente, el externo. Esto incluye la recomposición de las reservas y el levantamiento del cepo al dólar.

Sin novedades al respecto y con un clima global más complicado por el desplome de las Bolsas globales, el riesgo país llegó a superar los 1700 puntos el lunes. Esto significa que si la Argentina saliera a colocar deuda en el mercado tendría que pagar tasas superiores al 20%, un costo que cierra esa posibilidad.

Un nuevo escenario que puede ayudar a Caputo

Pese al pánico inicial, la crisis financiera no se extendió y los bonos argentinos terminaron la semana en alza. En el plano internacional también hubo un rebalanceo de expectativas y posiciones que, según Consultatio, puede terminar por beneficiar a la Argentina en su cruzada por refinanciar pasivos.

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Las ventas masivas que se vieron el lunes pasado en el mercado buscaron desarmar posiciones de mayor riesgo y relocalizar los fondos en activos de mejor calidad. Entre ellos, los bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuya tasa es la base a la que luego se le suma el riesgo país para calcular el costo de financiamiento de cualquier gobierno.

“El ‘flight to quality’ (vuelo a la calidad) que gatilló la corrección provocó también una baja del interés de corto y de mediano plazo que reconfiguró el escenario económico. Esta baja de tasas está relacionada, además, con la caída de las chances de que (Donald) Trump gane las elecciones el próximo noviembre. En la narrativa de mercado, un gobierno republicano es sinónimo de tasas de interés más altas en el futuro”, explicó Consultatio.

En esa línea, las expectativas de que la Reserva Federal recorte la tasa de referencia en Estados Unidos aumentaron. No solamente se descuenta que habrá una baja en septiembre, sino que buena parte de los agentes económicos creen que será una disminución más agresiva.

Si ese escenario se materializa, el costo de financiamiento local caerá desde la base y no requerirá una compresión tan profunda del riesgo país “propio” de la Argentina. Aun si no alcanza para colocar deuda, mejorará las perspectivas del Gobierno al momento de negociar un préstamo con bancos del exterior.

“La baja de las tasas internacionales es crucial para la Argentina, sobre todo considerando los vencimientos en dólares que deberá afrontar el próximo año. Por el nivel de vencimientos, el balance cambiario en 2025 no cierra y es condición necesaria que el Gobierno recobre acceso al mercado para refinanciar su deuda o realizar alguna operación de canje. En un entorno de tasas de interés internacionales más bajas, las operaciones que deberá enfrentar el Gobierno son potencialmente más simples”, señaló Consultatio.

“La notable mejora de las condiciones financieras a nivel global resulta de mucho valor para la Argentina, que durante los primeros meses de 2025 deberá enfrentar su ‘hora de la verdad’. Algo que se verá potenciado en por el armado de las elecciones legislativas, a suceder también el año próximo”, cerró la sociedad de Bolsa de Eduardo Constantini.