MOVILIZACIONES

La CGT Retoma las Protestas: Marcha del 7 de Agosto y Nueva Estrategia Contra el Gobierno de Milei

La Confederación General del Trabajo (CGT) planea una nueva serie de movilizaciones frente al gobierno de Javier Milei, comenzando con una marcha el 7 de agosto. La central sindical abandona la calma post-paro general del 9 de mayo, frustrada por la falta de avances en las negociaciones y el agravamiento de la crisis económica.

La CGT ha decidido retomar la protesta activa contra el gobierno de Javier Milei, impulsada por la creciente insatisfacción con las políticas económicas actuales.

Tras una pausa en las movilizaciones que siguió al paro general del 9 de mayo, la central sindical se prepara para una nueva marcha el 7 de agosto, coincidiendo con el día de San Cayetano. Esta manifestación será el primer paso en una renovada estrategia de acción directa que también involucra a las dos CTA y a movimientos sociales.

La decisión de intensificar la protesta surge en un contexto de crisis económica severa: el consumo ha caído casi un 10% desde mayo, la pobreza está en aumento y el desempleo sigue creciendo. En este entorno, la CGT ha evaluado que el gobierno ha ignorado las negociaciones previas y ha profundizado el ajuste, afectando negativamente la legislación laboral y las condiciones de los trabajadores.

A lo largo de los últimos meses, la CGT había optado por un enfoque más dialoguista, especialmente después de que algunos de sus sectores mayoritarios, conocidos como los "gordos" e "independientes", se sentaran a negociar con el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Sin embargo, estas conversaciones no lograron evitar la sanción de la controvertida Ley Bases, que ha sido criticada por su impacto negativo en la legislación laboral.

Esta táctica conciliadora no ha logrado resultados satisfactorios, y la central sindical ha decidido retomar una postura más activa y combativa. En una reciente reunión del consejo directivo de la CGT, se acordó elaborar un nuevo plan de acción que, además de la marcha del 7 de agosto, podría incluir otras formas de protesta.

La estrategia de "golpear y salir", propuesta por Andrés Rodríguez, líder de UPCN, se perfila como una de las tácticas a seguir. Este enfoque, que recuerda a técnicas de guerra de guerrillas, será sometido a la aprobación de un plenario de regionales previsto para la segunda quincena de agosto.

El retorno a la protesta también se enmarca en un contexto de críticas hacia la falta de apoyo político del Partido Justicialista (PJ). La dirigencia sindical siente que el PJ, aunque participa en los actos, no está proporcionando el respaldo necesario ni convocando a acciones de manera efectiva. Esta situación ha llevado a la CGT a actuar de forma independiente en un momento en que el gobierno de Milei parece poco dispuesto a ceder en sus políticas de ajuste.

La marcha del 7 de agosto se presentará como una jornada de protesta en paz pero con una alta convocatoria, con consignas que incluyen la oposición a la reforma laboral, el rechazo a los despidos y el reclamo de mejoras en los comedores y merenderos. Los líderes sindicales, como Pablo Moyano, han enfatizado que esta movilización es solo el comienzo de una serie de acciones destinadas a presionar al gobierno y a recuperar la confianza de los trabajadores.

En resumen, la CGT está dispuesta a intensificar su lucha frente a un gobierno que consideran insensible a las demandas sociales, mientras enfrenta la creciente crisis económica que afecta a millones de argentinos.