Entrevista

Pablo Martínez Carignano: “Manejar un auto más que un derecho es una responsabilidad”

El titular de la Agencia Nacional de Seguridad Vial habló con este multimedio sobre el nuevo rol que adoptó el organismo nacional con respecto a quienes cometen hechos de violencia al volante y la necesidad de avanzar en la ley de Alcohol Cero en el Congreso.

En los últimos meses, y a través de las cámaras de seguridad instaladas por los gobiernos municipales en algunos casos, y en otros por la propia acción de los ciudadanos, sumado a la difusión que generan las redes sociales, se vieron graves episodios de violencia vial.

En ese marco, la Agencia Nacional de Seguridad Vial adoptó un rol disruptivo y muy diferente al de gestiones anteriores: intervenir directamente sobre las licencias de conducir y la consecuente imposibilidad de renovarlas para quienes protagonicen esos hechos.

El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, en una entrevista exclusiva con diario Hoy habló sobre este nuevo rol del ente: “Tomamos la decisión de dejar de ser comentaristas de hechos de violencia vial que toman conocimiento público, que en los últimos tiempos hemos tenido muchos ejemplos. Históricamente la Agencia Nacional de Seguridad Vial se ponía a discutir acerca de quién tenía la competencia de hacer algo o no, y en el mejor de los casos haciendo una especie de condena del tipo no queremos un país así… Nosotros como ente que regula la licencia nacional de conducir dictamos el año pasado una resolución que nos faculta ante situaciones como esta, de violencia vial, plantear la posibilidad de que el conductor sea suspendido preventivamente y reevaluado”.

“Trabajamos con las provincias y los municipios y tenemos más de 130 conductores que han pasado por este proceso. Algunas (licencias) han sido inhabilitadas por tiempo permanente, dos o cinco años, otras han pasado bien la reevaluación. Lo que está detrás de todo esto es que consideramos que manejar más que un derecho es una responsabilidad, y que cuando te dan una licencia que dice cinco años de validez no es una carta blanca para hacer lo que se te ocurra, sino que si vos conducís de una manera violenta, no respetás las normas, podemos pensar que estás en condiciones de que se evalúen y eventualmente que se revoquen”, señaló.

En ese sentido, consideró que “cuando uno hace un examen de conducir lo hace en un entorno controlado, en una especie de laboratorio, se podría decir; después está la realidad de la calle, del comportamiento de una persona que se ve en la calle, en la ruta, ahí uno revela su verdadera actitud ante las normas, ante los demás, las tomas de riesgo, las conductas violentas que pueden no ser detectables en un examen, y después en la primera de cambio aparece esta persona golpeando un auto a patadas o con un fierro en la mano. Las situaciones límites son las que hacen aflorar la esencia del conductor, y con las redes sociales se toma conocimiento masivo y actuamos, no es un problema del examen ni del argentino, siempre es una minoría, pero frente a eso decidimos actuar”.

Martínez Carignano planteó entonces la necesidad de “hablar sobre la seguridad vial, discutir, esto no va a cambiar si no empieza a ser una tema de discusión social y no solamente de dos expertos, un funcionario; tiene que ser algo que nos incluya a todos y no solo a los jóvenes. Es hora que nos preguntemos qué país queremos transitar”.

La necesidad de la ley nacional de Alcohol Cero

La tasa de mortalidad en Argentina por accidentes viales sigue siendo tan alta que 20 personas por día han perecido en promedio en los últimos 25 años. Y si bien las campañas de educación vial han permitido que esa cifra bajara levemente en los últimos dos años, llegando a 19 por día en 2019 y a 14 en 2020, la reducción del año pasado fue debida a la baja de la movilidad provocada por la pandemia de Covid-19.

Lamentablemente, la mayor parte de esos accidentes son provocados por excesos de velocidad y por conducir bajo el efecto del alcohol.

Por ello, el funcionario apuntó que “estamos empujando con el Sedronar, el Ministerio de Salud, dio su aval la Facultad de Medicina, estamos todos de acuerdo, pero hay que vencer la resistencia de las provincias productoras de vinos, que creen que esto va a afectar su rentabilidad, y nada más lejano de eso. Uruguay, por ejemplo, tiene una norma en ese sentido y no dejó de vender, pero los incidentes con ese causal bajaron del 36% al 7%, por lo tanto seguimos peleando para que, cuando inicie el período legislativo en marzo, se trate. Hoy uno de cada cuatro accidentes fatales en el país suceden por ingesta de alcohol al conducir”.

Se pondrá en marcha un plan para el viaje seguro de los niños en el automóvil

En los próximos días, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) presentará un novedoso plan que se pondrá en marcha en las rutas hacia la Costa Atlántica.

Martínez Carignano adelantó que “es un plan novedoso vinculado al control de las sillitas y huevitos en los autos. Vamos a ubicar 15 postas en todo el camino hacia la Costa Atlántica donde, si detectamos una familia que está llevando a un nene suelto, le instalamos la sillita, el adulto firma un contrato de recepción y cuando termina el viaje debe ir a entregarla o la vamos a buscar y vuelve al circuito”.

“Vamos a tener 1.500 sillas para que estén rotando permanentemente, para que esto que es un tema central también se visibilice y no sea desde lo punitivo; nosotros lo que hacemos es darles el dispositivo a préstamo, a mí no me interesa la multa, sino que el niño sea víctima en un accidente de tránsito”, sentenció.

Cabe mencionar que el elemento más seguro para los niños de hasta 10 años –y obligatorio por ley– es el Sistema de Retención Infantil (SRI), porque reduce en un 70% los riesgos de lesiones graves o fatales ante un incidente vial.

Sin embargo, un estudio observacional de la ANSV sobre el comportamiento de los conductores en nuestro país señala que menos del 50% lleva a sus hijos de hasta 4 años sujetados con la sillita. Y, en general, la falta de protección total alcanza a 7 de cada 10 menores de edad.