Medio Ambiente

Prorrogan el estado de emergencia hídrica por la bajante del Río Paraná

La emergencia abarca a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires.

Mediante el decreto 261/2022 publicado este jueves en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional prorrogó por 180 días más el estado de emergencia hídrica, decretado el 24 de julio del 2021 y prorrogado el 10 de marzo de este año, por la bajante del Río Paraná, Paraguay e Iguazú. La emergencia abarca a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires.

La norma insta a continuar con las acciones de cada ministerio e invita a las provincias a tomar medidas similares. De esta forma, los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo establecerán las acciones pertinentes para la preservación de la actividad productiva y puestos de trabajo; Obras Públicas dispondrá y monitoreará la realización de obras de infraestructura; Seguridad, a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (SINAME), planificará las medidas de apoyo y toma de decisiones, y por intermedio del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), asistirá las poblaciones ribereñas. En esa línea Ambiente y Desarrollo Sustentable mantendrá el control de incendios.

En tanto, el Ministerio de Transporte "observará las posibilidades de navegación y acceso a puertos; el Instituto Nacional del Agua brindará sus servicios técnicos con relación a la emergencia; la Secretaría de Energía, asegurará el abastecimiento de energía eléctrica y el Ministerio del Interior se encargará de la coordinación con las provincias afectadas".

Por su parte, el Banco Nación y la AFIP dispondrán la asistencia en materia crediticia e impositiva, respectivamente.

En tanto, se suspendió los trámites administrativos vinculados con las áreas alcanzadas por la declaración de emergencia, con el fin de agilizar las medidas para mitigar los efectos de la bajante.

Como bien viene informando este medio, la bajante que se produjo durante el invierno del año pasado fue la mayor en los últimos 78 años. Si bien este año se han atenuado los niveles, sigue bajos y afecta "el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica, el abastecimiento de combustibles y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca", según el decreto.

Además, "se mantiene la previsión de condiciones negativas para las áreas mencionadas y continúa el proceso de afectaciones originado por la sequía persistente y los pronósticos de condiciones meteorológicas deficitarias".