Entrevista

“Todo indica que esta tercera ola está desapareciendo”

El médico intensivista, profesor e investigador de la UNLP, Arnaldo Dubin, dialogó con este multimedio sobre el descenso de casos de coronavirus en el país.

La caída de contagios comienza a frenarse en el país y la campaña de vacunación se intensifica ante el inicio del ciclo lectivo. En la actualidad son 1.542 los internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva.

“Me parece que estamos en una reducción de casi todo. Hace cuatro semanas empezaron a bajar los contagios, el índice de positividad es realmente bajo, ha llegado a menos del 25 por ciento. Claramente los contagios bajaron, hace dos semanas que están bajando las internaciones en terapia intensiva. Habíamos llegado a 3.000 pacientes internados en todo el país y ahora este número se redujo casi la mitad”, le expresó a este multimedio el médico y docente de la UNLP, Arnaldo Dubin.

La tercera ola de la pandemia en el país tuvo un comportamiento similar al resto de los países donde la variante Ómicron se hizo presente: un aumento abrupto de casos que fue igual a la caída. “Todo indica que esta tercera ola está desapareciendo, estamos en la cola, viviendo las secuelas, y la peor secuela, que son todavía muchos muertos”, precisó.

Según explicó el especialista, “por el momento las muertes siguen siendo altas. Hay que pensar que en el último mes tuvimos alrededor de 6.500 muertes. En las últimas dos semanas hay una tendencia a bajar, pero todavía estamos en la última semana en un promedio de 170 muertes diarias. Seguramente en pocas semanas más esto va a bajar. Todo esto que está ocurriendo tiene una plausibilidad epidemiológica, primero bajan los contagios, después los números de pacientes internados en terapia intensiva y, lógicamente como la internación es prolongada, las muertes se van extendiendo en el tiempo”.

A su vez, el experto criticó a algunas autoridades científicas que plantearon que Ómicron era “una variante que solamente afectaba la vía aérea superior, que no generaba situaciones graves. Esto obviamente quedó desmentido”, resaltó.

“Ómicron tal vez sea más leve que otras variantes, pero no es leve. Esto parece ya estar en el pasado y no sabemos qué es lo que va a ocurrir. No sabemos qué va a ocurrir en el comienzo del otoño, con la vuelta de las clases, con la vuelta a ambientes más cerrados. No sabemos si va a haber un rebrote por Ómicron”, continuó.

“Hay que recordar cómo surgió Ómicron. No es más que una variante, un mutante. Las mutaciones son cambios genéticos al azar que se producen en cualquier población, tanto bacteriana, como viral. Surge espontáneamente, pero tiene que ver con la replicación. Cuanto más se multiplica el virus, mayor es la posibilidad de que surjan mutantes, Y por eso no es casual que haya aparecido en África, que tiene un porcentaje de vacunación muy bajo”, marcó.

En esa línea, sentenció que “Ómicron no hubiera aparecido si no hubiera habido una avaricia extrema de las potencias imperialistas y los monopolios farmacéuticos, y si hubieran liberados las patentes y exisitera una producción y una vacunación masiva. Esto no sucedió y tampoco está sucediendo ahora”.

Consultado sobre el trabajo desde las salas de terapia intensiva, el profesional confirmó que “está disminuyendo”. Sin embargo, remarcó el papel que tiene el personal sanitario y la situación que atraviesan.

“Tuvimos muchísimo trabajo. En más de 40 años que tengo de terapia intensiva, este ha sido el peor enero que yo he vivido. Seguimos con mucho trabajo y con situación estructural que es mala, como es mala en el resto de los casos para los trabajadores de la salud. Estos sostenidos reclamos han sido en vano”, completó.