CABA

Confirmaron la condena a prisión perpetua para un policía que mató a un joven

El cabo de la Policía Federal le disparó en la cabeza a Jon Camafreitas, en enero de 2012. El adolescente agonizó durante cuatro días y murió.

a sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a prisión perpetua para el policía que mató a John Camafreitas, en enero de 2012, en el barrio de Boedo.

Martín Alexis Naredo había sido considerado responsable en septiembre de 2014 del delito "homicidio calificado por haber sido cometido por un integrante de la fuerza de policía en abuso de sus funciones". 

El cabo de la por entonces Policía Federal Argentina estuvo prófugo durante más de tres años: en el intervalo entre las últimas palabras del juicio y el veredicto, el policía se escapó. En esa misma jornada, el fiscal Ariel Yapur había requerido que se lo condene a prisión perpetua por considerarlo responsable del asesinato de Camafreitas. Finalmente, tras el rechazo de la eximición de prisión, solicitada por su defensa, se entregó en noviembre de 2017.

Los jueces Héctor Magariños y Pablo Jantus -integrantes en ese momento del Tribunal Oral en lo Criminal Nº23 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- habían considerado que el 21 de enero de 2012, cerca de la 1.30 de la madrugada, Naredo y un colega suyo se dirigieron hasta la Plaza Boedo por una pelea. Al llegar al lugar, vieron a dos adolescentes que corrían por la avenida Independencia hacia la calle Sanchez de Loria, por lo que comenzaron a perseguirlos a contramano con el patrullero

Camafreitas y su amigo (que tenía en ese momento 14 años) volvieron hacia la avenida por lo que ambos efectivos se bajaron del auto, dieron la voz de alto y los corrieron. Naredo tenía ya su arma en la mano. Tras una breve persecución, el amigo del joven asesinado fue detenido primero por el otro policía.

Naredo alcanzó a Camafreitas a la altura 3275 de la avenida Independencia. El joven intentó escapar pero el efectivo lo impidió: lo puso de espaldas, le apoyó la boca de su arma reglamentaria en la cabeza y le disparó. La víctima cayó al suelo gravemente herido. De acuerdo a los informes incorporados en la causa, la bala ingresó por el sector derecho del cráneo, salió por la región temporal izquierda y dejó una marca en la persiana metálica de un local de la calle.