Villa Ballester

Encuentran a un hombre de 81 años muerto y atado en su casa

La policía no encontró faltantes en el domicilio.

Los investigadores de la muerte del hombre de 83 años encontrado ayer maniatado en su casa de Villa Ballester no detectaron faltantes en la vivienda, aunque sí un gran desorden debido a que era un acumulador, al tiempo que aguardaban el resultado de la autopsia para saber las causas y las circunstancias de la muerte, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.

La víctima, Alfredo Kuchalski, fue encontrada con las manos atadas hacía atrás y a simple vista tenía golpes en ambos pómulos, aunque se espera saber si esas u otras lesiones le causaron la muerte o fue vítima de un ataque cardíaco mientras se hallaba en esa situación.

Los pesquisas establecieron debido al estado en el que se hallaba la casa que el hombre padecía el síndrome de Diógenes, que se manifiesta en la compulsión por acumular objetos, y determinaron que en principio no hubo faltantes de la casa, añadieron las fuentes consultadas por Télam.

Aún no está claro si el móvil del hecho del que Kulchaski fue víctima fue un robo o un conflicto personal, dijeron los informantes, quienes destacaron que el ingreso a la casa no fue forzado.

Esta mañana, el fiscal de San Martín a cargo de la causa, Carlos Isaurralde, e investigadores de la Delegación de Investigaciones de ese distrito analizaban las diversas pruebas recolectadas con el fin de esclarecer el hecho.

Mientras se espera el resultado de la autopsia sobre el cuerpo de Kuchalski, los peritos trabajan en el lugar del hallazgo del cuerpo para levantar rastros, obtener imágenes de cámaras de seguridad del barrio y testimonios de familiares y vecinos.

Al momento del hallazgo, el hombre estaba sentado en una silla y con las manos atadas hacia atrás con precintos, en la casa situada en San Lorenzo, entre Boulevard Ballester y Lacroze, en la zona residencial de Villa Ballester, en la zona noroeste del conurbano.

Voceros policiales informaron a Télam que Kuchalski vivía en junto a una de sus hijas, de 43 años, que tiene Síndrome de Down, y a quien llevaba todas las mañanas a un centro de día ubicado a unas cuatro cuadras de su domicilio.

Como ayer no fue a retirar a su hija a las 16, como era habitual, las autoridades del lugar se comunicaron con la Unidad Policial de Prevención Local (UPPL), cuyos efectivos posteriormente acudieron a su casa y hallaron su cadáver.