Olmos

Golpeó a su pareja, también a su hija adolescente y se atrincheró en su casa

Las víctimas, de 38 y 17 años, recibieron diferentes lesiones en sus cuerpos.

Momentos de extrema tensión se vivieron dentro de una casa de Lisandro Olmos, donde un empleado de nacionalidad boliviana de 37 años se encerró tras haber golpeado salvajemente tanto a su pareja como a su hija, menor de edad. Finalmente logró ser aprehendido y quedó a disposición de la Justicia platense.

El salvaje, fuera de sí, comenzó a agredir físicamente primero a su concubina, de 38 años y misma nacionalidad, en el interior de una vivienda emplazada en las inmediaciones de Ruta 36 y calle 90, durante la noche del sábado. “La agarró a trompadas y le propinó varios golpes”, le contó a este multimedio un jefe de la Fuerza.

No conforme, también atacó a su propia hija, una adolescente de 17, a quien aplicó piñas sobre todo en la zona del rostro. Ante esto y los gritos de las damnificadas, un vecino se comunicó con el 911 y minutos después se acercó un móvil del Comando de Patrullas La Plata, cuyos agentes constataron la denuncia y el hecho.

A partir de ese momento comenzó la segunda parte de esta trágica historia, ya que el implicado, lejos de aceptar el suceso, se encerró en el inmueble y no aceptó ponerse a disposición judicial.

Debido a la gravedad del hecho, los numerarios que tomaron la denuncia le reportaron las novedades a la UFI número 16 en turno, para analizar los pasos a seguir.

Por orden de la fiscal, se llevó a cabo un allanamiento de urgencia avalado por el artículo 222 del Código Procesal Penal, con el fin de poder detener al hombre. De esta manera, y ya con la llegada de refuerzos policiales, se capturó al individuo bajo los delitos de “lesiones agravadas por el vínculo en el marco de violencia de género”.

En las próximas horas deberá declarar ante la UFI, mientras que los pesquisas analizan si ya tenía denuncias previas por la misma causa.

En cuanto a las víctimas, los voceros consultados explicaron que se encuentran en buen estado de salud y se recuperan de los golpes, aunque siguen conmocionadas por lo acaecido.