Inseguridad en La Plata
“No se puede vivir así: llegar a tu casa es una odisea y nadie se hace cargo”
Los vecinos de cada rincón de la ciudad mostraron su preocupación e indignación por la escalada delictiva
Cansados de los hechos de inseguridad, cada vez más sanguinarios, violentos e impunes, un hecho en común une a los vecinos de todos los puntos de La Plata, algo que jamás había ocurrido antes. Se trata de la exigencia de urgentes medidas por parte de las autoridades municipales y de respuesta de la Policía, con el fin de frenar la escalada de entraderas, robos al voleo y todo tipo de saqueos que se vive en la castigada ciudad.
Históricamente, las manifestaciones se llevaban a cabo en determinados lugares una vez que se producían ciertos hechos delictivos, pero no tenían respuesta en otros sitios. Lo que ocurría, por ejemplo, en Los Hornos era una problemática de quienes allí viven y ahí quedaba. Ahora, en cambio, y desde hace ya un largo tiempo en realidad, comenzaron a levantar las voces prácticamente todos los platenses, desde diferentes puntos. Cada jueves, por mencionar un caso, los residentes de City Bell se reúnen en la plaza San Martín y marchan en caravana de autos hasta la céntrica Belgrano, donde dan vueltas y vueltas haciendo sonar las bocinas. Junto a ellos, los comerciantes también hacen lo suyo, con aplausos y gritos.
Esa iniciativa fue copiada casi de inmediato por la gente de Gonnet, donde se registran entraderas a diario, mientras que los habitantes de Villa Elisa tampoco se quedan atrás. Así, lo que antes eran manifestaciones aisladas ahora son pedidos masivo de justicia, de mayor patrullaje y seguridad. A su vez, prácticamente no queda un barrio en donde los vecinos no hayan creado al menos un grupo de WhatsApp para estar conectados de inmediato ante cualquier episodio delictivo, mientras que también colocaron con dinero de sus propios bolsillos alarmas vecinales.
“Que den la cara”
“No se puede vivir así, llegar a tu casa hoy en día es una odisea y queremos empezar a contar lo que pasa”, se lamentó Alejandro, víctima de una entradera el pasado sábado en San Carlos. A él le pegaron culatazos en la cabeza y a su mujer la arrastraron por el piso, mientras que su hija, menor de edad, tuvo que encerrarse en una habitación. “Es imposible parar esto, hay que cambiar muchas cosas”, añadió. Los seis delincuentes que los atacaron permanecen prófugos.
Un frentista de La Loma, sin dudas uno de los barrios más castigados, expuso ante este multimedio que “lo peor, más allá del robo en sí, es que la Policía te hace sentir desnudo. Llamás al 911 y tardan 40 minutos o una hora en venir, y cuando aparecen se quedan haciéndoles mil preguntas a las víctimas en vez de ir a buscar a los chorros. ¿Cómo pretenden agarrarlos así? ¿En realidad quieren hacerlo o les conviene que estén libres?”. A su vez, señaló: “Alguien debe hacerse cargo de esto. Desde la cúpula de la Fuerza evidentemente no van a llegar soluciones, entonces queremos que el intendente de La Plata dé la cara, que defienda a sus vecinos”.
Palabra oficial
“Desde el comienzo de la pandemia y a raíz del cierre de muchas fuentes de trabajo, la delincuencia se recrudeció, y si bien eso de por sí es malo, lo es todavía más al analizar el comportamiento de los malhechores. Están más jugados, como decimos en nuestra jerga. Salen prácticamente a matar o morir. Acordate lo que pasó durante la entradera en Etcheverry”, le confió a este multimedio un jefe policial de alto rango y con pasado en el Comando de Patrullas La Plata.
En el mencionado atraco en Etcheverry, un hombre de 48 años junto a su hijo de 20 asesinaron a mancuernazos y hachazos a los dos intrusos que se habían colado a su hogar con fines ilícitos, el pasado seis de junio.
El uniformado agregó: “Entiendo el enojo de la gente y su manera constante de decir que las zonas están liberadas, pero no es así. La fuerza quedó expuesta después de la coima de los sobres (que manchó a la Jefatura Departamental del momento, con Darío Camerini a la cabeza, y en la que se condenó a ocho jefes policiales por el delito de extorsión) y ahora, ante cualquier episodio de inseguridad, los que caemos somos nosotros”.
Lo cierto es que la inseguridad avanzó a pasos agigantados en la ciudad, y abarca todos los rincones, algo que antes no pasaba. Atracos callejeros protagonizados por motochorros y entraderas parecen no tener solución, ni siquiera con los recurrentes cambios de titulares en las comisarías platenses.
“Hay una realidad y es que la gente sale cada vez menos”, aseveró un lugareño de City Bell, y agregó: “Es una frase hecha, pero estamos presos en nuestras propias casas y los delincuentes están libres. Se ve cada vez con mayor frecuencia ilícitos hasta insólitos, como ladrones a caballo. Le roban ya a un laburante hasta en la parada de micros. No hay respuesta de las autoridades”.
La moto roja
En El Mondongo, donde el sábado a la noche un agente fue baleado durante un robo, no salen del estupor porque creen que el responsable del incidente es un hombre que circula a bordo de un ciclomotor varias veces denunciado. “Qué desgracia, la misma Policía ya sabe que son los de la moto roja Tornado los que están haciendo este desastre en el barrio, pero no los agarran”, dijo un vecino, y otro indicó: “Hasta que no maten a alguien no se van a preocupar”.