Rodrigo Arballo
Represión en La Plata: un hombre puede perder un ojo
Se trata de Rodrigo Arballo, a quien la policía le efectuó disparos "a quemarropa" con balas de goma, que impactaron en uno de sus ojos. Además sufrió triple fractura de pómulo.
Un muerto, César ‘Lolo’ Regueiro, y decenas de personas heridas fue el saldo de la noche de represión que se vivió el jueves en las afueras del estadio de Gimnasia de La Plata.
Entre los heridos uno solo continúa internado en el Hospital Dr. Rodolfo Rossi de la capital bonaerense, Rodrigo Arballo, quien sufrió graves heridas productos de disparo de balas de goma que le efectuaron “a quemarropa”.
El hombre de 38 años tiene comprometido un ojo por el balazo de goma que le efectuó la policía y una triple fractura de pómulo.
En declaraciones televisivas, Arballo relató que cuando junto a su esposa y su hermana hacía la cola para ingresar al estadio “la Policía empezó a reprimir. De un momento para otro, empezaron a tirar gases y me dieron un balazo en el ojo. No entendía lo que pasaba. A raíz de eso, recibí un adoquín en la cara".
"Las puertas ya estaban cerradas con candado y la policía empezó a tirar gases lacrimógenos, a tirar tiros, a pechearte con los caballos, te pegaban con los palos. Fue una salvajada lo que hicieron", afirmó.
También dijo que su esposa es otra de las víctimas de la represión policial. "Tiraron de cerca, a quemarropa. Mi señora tiene nueve tiros en la espalda. A mí me agarraron de lleno en la cara. Tengo mucho miedo, estoy muy triste porque no sé si voy a volver a ver", expresó.
Luego de recibir el disparo y el golpe de adoquín, su hermana lo encontró inconsciente y lo llevó como pudo. "Me arrastró. El auto estaba en el puesto verde enfrente del zoológico. Fue un caos llegar hasta ahí, desvanecido", narró.
Además denunció que no lo aceptaron en el Hospital San Martín y fue trasladado al Rossi: "No me quisieron atender. Me anotaron y no me quisieron atender. Mi hermana me tuvo que traer al hospital Rossi", afirmó.
"Tengo comprometido el ojo, no saben si voy a volver a ver. Tengo quebrada la mandíbula y el maxilofacial en dos partes", sostuvo sobre su actual estado de salud.
Finalmente, relató que tiene una custodia cerca la puerta de su habitación en el nosocomio, que no pidió, y que desde el Ministerio de Seguridad de la provincia le dieron a entender que no hable con los medios.
"Han venido a verme, le han preguntado a la directora del hospital si podían darle un número mío; me han ofrecido de todo, que se iban a hacer cargo de todo lo que pasaba, pero a mí nadie me va a devolver el ojo", se lamentó.