SANTIAGO DEL ESTERO

Un fiscal fue removido de su cargo después de empujar a una mujer y darle una paliza a un empleado por una supuesta infidelidad

Marcelo Sgoifo fue removido de su cargo luego de que se difundió la agresión. Lo habría acusado de ser el amante de su pareja.

Un fiscal auxiliar del Ministerio Público Fiscal (MPF) de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, fue removido de su cargo después de que un video lo mostrara agrediendo a un empleado judicial, a quien acusó de ser el amante de su pareja, y también a la esposa, que intentó evitar la golpiza.

Según consignó El Tribuno, el protagonista de las imágenes es Marcelo Alejandro Sgoifo, el cual aparece en escena y comienza a golpear a un hombre, al cual se lo ve conversando con una mujer, que está sentada dentro de un auto.

Sin mediar palabras, el fiscal agrede a la víctima y, en ese momento, baja del coche la conductora, que sería la esposa del agredido e intenta calmar a Sgofio, pero éste la empuja y la termina tirando al suelo. La violencia continúa hasta que más personas intervienen y logran frenarla. La situación habría tenido lugar en la noche del viernes pasado.

Los medios locales informaron que Sgofio estaba enojado porque este empleado judicial sería el amante de su esposa, una abogada de esa ciudad. Según Nuevo Diario, el agresor fue removido de su cargo por el Superior Tribunal de Justicia a solicitud del MPF.

El mismo portal de noticias, informó que días antes de los incidentes, la esposa del empleado atacado había grabado un video, que también se viralizó en las redes sociales, en que acusaba a una abogada de la ciudad de tener una relación sentimental con su marido. En el material, la mujer advertía que defendería su hogar y su familia “a muerte”.

Tras haber perdido su puesto de trabajo como fiscal auxiliar del MPF, Sgoifo hizo pública una carta, en la cual se mostró arrepentido por lo ocurrido. "Ante la exposición pública de un hecho en el cual participé días atrás, y que tuvo repercusión en las distintas redes sociales, notas periodísticas y videos sobre una cuestión, evidentemente privada, sin haber escuchado la verdad de cómo comenzaron realmente los hechos y de los cuales siento profunda congoja, vergüenza y arrepentimiento. Decidí guardar silencio, compelido a leer y escuchar como libremente exponían barbaridades de mi mujer, sin que nadie esbozara arrepentimiento o disculpa alguna”, escribió.