Crisis

Europa se prepara para un invierno sin gas

La Unión Europea sigue pensando medidas ante un escenario sombrío.

Ante el permanente conflicto bélico que tiene Rusia en la región, países que dependen en gran medida de la importación de gas buscan alternativas ante esta situación. El principal objetivo de la Comisión Europea es que los 27 Estados miembros reduzcan en un 15% su dependencia del gas desde este mes hasta marzo de 2023.

En este sentido, sobrevivir al frío que está por acontecer en el continente con medidas todavía incompletas en la mayoría de los países es un desafío. Por el momento, los más dependientes de Rusia, como Alemania hasta ahora, imponen apagones nocturnos, mientras se anuncia un plan estatal de eficiencia energética de más de 14.000 millones de euros.

El gobierno alemán proyecta reducir en una quinta parte su habitual demanda de gas ruso, con la intención de que los sistemas de calefacción no suban de los 19 grados en edificios públicos y privados.

Por su parte, en Francia, las fuentes de energía nuclear dibujan un escenario menos sombrío, con 22.000 millones de presupuesto, y medidas para congelar precios, a la vez que se pretende reducir en diez puntos su consumo energético los próximos dos años.

Ese mismo porcentaje plantea Grecia para el próximo 2023. En esta línea, Atenas depende en un 40% de la energía rusa, y este verano que pasó cerró acuerdos bilaterales con Arabia Saudita. Entre las medidas más extendidas en la Unión Europea está incentivar el transporte público y otorgar bonos energéticos a las facturas más bajas, desde los 1.300 euros de Holanda hasta los 200 de Italia y España, con diferentes índices.