Igualdad de género

Las mujeres se abren paso en el Poder Ejecutivo

Por primera vez se da una relativa paridad en los puestos ejecutivos. El salto en los últimos años fue fenomenal. Sin embargo, en las provincias persiste la desigualdad, y falta perforar el “techo de cristal” en los cargos más altos.

Entre las noticias positivas que se conocieron en los últimos días, en razón de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, hay una que refleja el avance que las mujeres han tenido en la política, y más concretamente en el gobierno: por primera vez se registró una virtual paridad de género en los cargos ejecutivos.

El dato no parecería notable en un país que tuvo a la primera presidenta en el mundo (María Estela Martínez Cartas, quien sucedió a su esposo, Juan Domingo Perón, tras su fallecimiento) y que hace ya 16 años volvió a darse una presidenta, esta vez elegida como tal por el voto popular y ratificada cuatro años después en una nueva elección. Pero lo cierto es que los hombres seguían dominando los altos cargos oficiales, y la paridad se registraba solo en los niveles más bajos.

Fue durante este Gobierno que la participación de las mujeres en los niveles ejecutivos se disparó más de un 30%, según revela un informe de la Secretaría de Gestión y Empleo Público, que conduce Ana Gabriela Castellani. La funcionaria es optimista: dijo que el estudio “muestra por primera vez un dato que va a marcar un cambio duradero”.

Se trata del informe sobre Brecha de Género en la Administración Pública Nacional, el cual reveló que las mujeres ocupan un 48% de los cargos ejecutivos (Alta Dirección Pública, ADP) en el Estado, contra un 36% que representaban apenas en 2021. Es decir que la explosión se produjo en los dos últimos años, aunque es cierto que el crecimiento ya se venía dando desde hacía tiempo: en 2010, solamente el 21% de los puestos de ADP estaba en manos del género femenino.

“Me dio mucha alegría ver los datos de paridad en la ADP. Eso se logró en menos de tres años y me parece muy significativo”, dijo Castellani.

La semilla

Los resultados del informe indican que la brecha de género comienza a apreciarse a medida que se asciende en la escala jerárquica. En el nivel más alto (Autoridades Superiores, es decir, ministerios, secretarías y subsecretarías) aún queda camino por recorrer, ya que hay un 36% de mujeres en esos puestos, pero yendo más atrás en el tiempo se nota el avance drástico que se produjo en estos años: en 2009, menos de un quinto de estos cargos (el 19%) estaban ocupados por mujeres, y el restante 81% por hombres.

“Hay más mujeres con títulos universitarios en la administración pública que varones, lo mismo pasa en las universidades. Entonces, no se entiende por qué no se llega a los cargos altos. No es que falten mujeres o que les falte capacitación. Hay que cambiar el imaginario sobre lo que es el ejercicio de un rol directivo”, dijo Castellani.

Sin embargo, para la funcionaria, la semilla ya está sembrada, y ahora es cuestión de implementar estrategias concretas para perforar el “techo de cristal” en los niveles más altos. Que se haya podido lograr la paridad en el nivel de la ADP “es para mí el dato más importante”, dijo, “porque ese eslabón es más estable que el de las autoridades superiores”, es decir, se trata de puestos con menos rotación que, por ejemplo, un ministerio o una secretaría.

“Hay que seguir trabajando en este movimiento de pinzas por arriba y abajo”, dijo la titular de Gestión y Empleo Público.

Las provincias, en deuda

El dato auspicioso en el Estado nacional contrasta con un panorama aún muy desigual en las provincias. Un informe de Fundar, un centro de investigación y diseño de políticas públicas, advirtió que “la igualdad de género en la toma de decisiones todavía no está garantizada”, porque se registra un importante desbalance en el liderazgo en términos de cargos públicos.

El trabajo de Fundar se basa en datos recogidos conjuntamente por los ministerios del Interior y de las Mujeres, Polí­ticas de Género y Diversidad Sexual, y plasmados en el primer Índice Subnacional de Género, Decisión y Representación.

“De un relevamiento de 1.172 municipios de toda la Argentina, 141 están conducidos por mujeres: solo 1 de cada 12 tiene intendenta”, señala Fundar en su informe. “En Santa Cruz y Tierra del Fuego directamente no hay mujeres al frente de municipios”, agrega.

Se trata justamente (y paradójicamente, quizás) de las únicas dos provincias argentinas que son gobernadas por mujeres. Pero incluso allí “sus gabinetes no están en paridad”, se afirma en el estudio.

“Solo hay ocho provincias que tienen más del 30% de ministras mujeres. ¿Los gabinetes más paritarios? Chaco, Entre Ríos, San Juan, Santa Fe y Tierra del Fuego. Ahora, si miramos más de cerca encontramos que la distribución de carteras responde a roles de género tradicionales”, apunta el centro de investigación.

También hay déficit en la Justicia

Como bien informó este multimedio, también en el Poder Judicial falta mucho para que se alcance la paridad de género. Un relevamiento realizado por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura permitió saber que solo un tercio de los aspirantes a ingresar a la Justicia son mujeres, y esa misma proporción se mantiene para quienes son confirmados y rinden el concurso.

También aquí se puede hablar de un avance, aunque menor: entre quienes rindieron sus concursos, el 28% eran mujeres en 2018, y el año pasado ese porcentaje fue del 36%.